Francisco pidió que se done todo lo recaudado con el CD papal

Francisco pidió que se done todo lo recaudado con el CD papal

“Cantate Domino. La Capilla Sixtina y la música de los Papas” fue presentado en la sala de prensa vaticana. Incluye música del renacimiento y cantos gregorianos en latín. Todo se grabó en un estudio especial construido dentro de esta capilla.

El Papa Francisco pidió "claramente" que se destine a la caridad todo lo recaudado por la comercialización del CD "Cantate Domino. La Capilla Sixtina y la música de los Papas", grabado especialmente en la Capilla Sixtina.

"Cuando me fue propuesto el proyecto de este CD, pedí poder hablar con el Papa, pedí la autorización, porque publicamos con la Editora Vaticana y entonces el pontífice pidió claramente que el total de lo recaudado vaya para la caridad del Papa", dijo el director de la Capilla Musical Pontificia, monseñor Massiamo Palombella.

El CD, editado por la casa discográfica Deutsche Grammopho, fue presentado en la sala de prensa vaticana por el prefecto de la Casa Pontificia monseñor Georg Gaenswein (la Sixtina depende de la Prefectura) y Mark Wilkinson, presidente de Deutsche Grammophon.

También asistieron Mirko Gratton, director de la división Clásica de Universal Italia; y Dickon Stainer, presidente y CEO de Global Classics Universal Music Group International. La conferencia fue coordinada por el vocero vaticano Federico Lombardi.

"Cantate Domino", comprende música del renacimiento compuesta por el Coro de la Capilla Sixtina, dos cantos gregorianos, como así también dos primeras grabaciones mundiales: el famoso Miserere de Allegri en la versión original, y el Código Sixtino de 1661, y un Nunc dimittis, atribuido a Palestrina, aún en uso durante las celebraciones papales.

"Cantate Domino" ofrece estas piezas musicales justo como habían sido concebidas: en latín y grabadas en el lugar para el cual habían sido compuestas. Para la ocasión, fue instalado dentro de la Capilla un estudio construido especialmente para tal fin

Monseñor Palombella observó: “La Capilla Sixtina fue consagrada en 1483 y desde entonces fue el lugar donde cantó ininterrumpidamente la Capilla Musical Pontificia.

En estos últimos años, a raíz de un intenso y cotidiano estudio específico sobre la música sacra del renacimiento y su pertinencia estética, llegamos al punto de poder afrontar una interesante y significativa grabación, en este lugar extraordinario, con este prestigioso sello.

“Mi esperanza es que estas obras maestras puedan llegar a millones de oyentes en todo el mundo para ponerlos en contacto con la histórica cultura y la profunda espiritualidad de la Iglesia católica", indicó.

La Capilla Sixtina es la capilla más famosa del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano. Se encuentra a la derecha de la Basílica de San Pedro y originalmente servía como capilla de la fortaleza vaticana. Conocida originalmente como Cappella Magna, toma su nombre del papa Sixto IV, quien ordenó su restauración entre 1473 y 1481.

Desde entonces la capilla fue usada para celebrar diversos actos y ceremonias papales. Actualmente es la sede del Cónclave, la reunión en la que los cardenales electores del Colegio Cardenalicio eligen a un nuevo Papa. La fama de la Capilla Sixtina se debe principalmente a sus frescos, y especialmente a La Bóveda y El Juicio Final, obras de Miguel Ángel. Durante el pontificado de Sixto IV, un grupo de pintores renacentistas que incluía a Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli y Luca Signorelli realizó dos series de paneles al fresco sobre la vida de Moisés y la de Jesucristo. Las pinturas fueron concluidas en 1482, y el 15 de agosto de 1483, con motivo de la festividad de la Asunción, Sixto IV celebró la primera misa en la capilla y la consagró a la Virgen María.

Entre 1508 y 1512, por encargo del papa Julio II, Miguel Ángel decoró la bóveda, creando una obra de arte sin precedentes que cambiaría el curso del arte occidental. Años después, tras el Saqueo de Roma, pintó también El Juicio Final en la pared del altar entre 1536 y 1541, para los papas Clemente VII y Pablo III.

Más de 500 años después, los frescos de Miguel Ángel siguen atrayendo a multitudes de visitantes a la capilla.

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