Francisco: no a “noticias caseras” o información seleccionada por intereses políticos o ideológicos

Francisco: no a “noticias caseras” o información seleccionada por intereses políticos o ideológicos

Audiencia a la delegación del Premio periodístico “Biagio Agnes”: hay que vigilar sobre «la transformación apremiante de formas y lenguajes» de la comunicación

«Periferias, verdad, esperanza». En la época de las noticias “hágalo usted mismo” y de la información seleccionada con base en intereses «políticos, económicos o ideológicos», el Papa Francisco indica el camino para realizar un periodismo verdaderamente digno de este nombre. Lo hizo durante la audiencia que concedió a la delegación del Premio Internacional “Biagio Agnes”, que cumple 10 años, dedicado al periodista y director general de la cadena RAI italiana (hermano de Mario Agnes, uno de los directores de “L’Osservatore Romano”, que acaba de fallecer), a quien Bergoglio recordó como «defensor del servicio público, que en varias ocasiones intervino sobre el papel del periodista como garante de la información correcta, confiable, auténtica y puntual». 

  

Exactamente ese tipo de información a la Fundación Biagio Agnes, organizadora del Premio, quiere dar valor: «Todos ustedes se comprometen, sobre todo personalmente, por una comunicación que sepa anteponer la verdad a los intereses personales o de corporaciones», dijo el Pontífice. Ser periodista, añadió, efectivamente se relaciona «con la formación de las personas, de su visión del mundo y de sus actitudes ante los eventos. Es un trabajo exigente, que en este momento está viviendo una estación marcada, por una parte, por la convergencia digital y, por otra, por la transformación de los mismos medios». 

  

El Papa mismo ha notado en primera persona esta «diferencia de modalidades productivas» durante los viajes apostólicos o en otros encuentros: «De las clásicas tropas televisivas hasta los chicos y chicas que con un teléfono saben crear una noticia para algún portal. O también de las radios tradicionales a verdaderas entrevistas hechas con el celular». Nuevas fronteras de la comunicación que crean un «ruido» que podría llegar a sofocar incluso el pensamiento de «grandes sabios» del pasado y que demuestra que «verdaderamente estamos viviendo una transformación apremiante de las formas y de los lenguajes de la información». 

  

El Papa afirmó que es «fatigoso» entrar en este proceso, pero que es «cada vez más necesario», si se quiere continuar a ser «educadores de las nuevas generaciones». Todo esto requiere, según Francisco, una «vigilancia sabia». De hecho, señaló citando su encíclica «Laudato si’», «las dinámicas de los medios de comunicación y del mundo digital cuando se vuelven omnipresentes, no favorecen el desarrollo de una capacidad de vivir con sabiduría, de pensar en profundidad, de amar con generosidad». 

  

  

No existen «recetas» para el oficio, pero hay tres palabras clave que son útiles para desempeñar este trabajo: periferias, verdad y esperanza. «Periferias», porque a menudo los lugares principales de producción de las noticias se encuentran en los grandes centros: «pero esto no debe hacernos olvidar jamás las historias de las personas que viven distantes en las periferias», con sus historias «de sufrimiento y degradación» o de «gran solidaridad que pueden ayudar a todos a mirar la realidad de manera renovada». 

  

La «verdad», en cambio, porque «todos sabemos que un periodista está llamado a escribir lo que piensa, lo que corresponde con su consciente y responsable comprensión de un evento». Sin embargo «es necesario ser muy exigentes con sí mismos para no caer en la trampa de las lógicas de contraposición por intereses o por ideologías». Y aseguró que en un mundo donde todo es veloz, «es cada vez más urgente apelarse a la sufrida y fatigosa ley de la búsqueda profundizada, de la confrontación y, si es necesario, del “callar” antes que herir a una persona» o «deslegitimar un evento». Esto, reconoció Bergoglio, puede ser difícil, pero también puede ayudarnos a volvernos «valientes y proféticos». 

  

Al final, hablando sobre la «esperanza», explicó que: «no se trata de contar un mundo sin problemas: sería una ilusión. Se trata de abrir espacios de esperanzas mientras se denuncian situaciones de degradación y de desesperación. Un periodista no debería sentirse tranquilo solamente por haber contado, según la propia libre y consciente responsabilidad, un evento. Está llamado a tener abierto un espacio de salida, de sentido, de esperanza». 

  

Francisco concluyó recordando una de las iniciativas que ha promovido la fundación Biagio Agnes: el Foro de divulgación científica Check-Up para Italia” con el objetivo de «profundizar argumentos médico-científicos a través de una información cuidadosa en contraste con la “información casera” o de las noticias aproximativas, que cada vez más a menudo se pueden encontrar en la red y que llaman la atención del público mucho más de la ciencia 

  

Es necesario, insistió el Papa, «garantizar un debate científico y social que sea responsable y amplio, capaz de considerar toda la información disponible y llamar las cosas con su nombre. A veces no se pone sobre la mesa la información completa, sino que se la selecciona según los propios intereses, sean políticos, económicos o ideológicos». 

  

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