"Hay un peligro real de que a las generaciones futuras les dejemos solo escombros, desiertos y basura". El Papa adoptó un tono apocalíptico con los participantes en la conferencia celebrada en el Vaticano para conmemorar el tercer aniversario de la encíclica Laudato Si.

En sus palabras, Francisco instó a los gobiernos de todo el mundo a cumplir sus copromisos para frenar el cambio climático, pues de continuar "el creciente consumismo" podemos "convertir la Tierra en una enorme pila de escombros, desiertos y basura". Frente a ello, es preciso una "acción coordinada e integral".

Bergoglio instó a los gobernantes a honrar los acuerdos contemplados en el pacto de París, insistiendo en que instituciones como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial "tienen un papel importante" para alentar "reformas efectivas para un desarrollo más inclusivo y sostenible".

"Se necesita un cambio en el paradigma financiero para promover el desarrollo humano integral", subrayó el Pontífice, quien reclamó en que "las [...] finanzas vuelvan a ser un instrumento destinado a la mejor producción de riqueza y desarrollo".

"Todos los gobiernos deben esforzarse por cumplir los compromisos asumidos en París para evitar las peores consecuencias de la crisis climática", concluyó Francisco, quien señaló que "la reducción de los gases de efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsabilidad, especialmente de los países más poderosos y contaminantes. No podemos darnos el lujo de perder el tiempo en este proceso".