Francisco celebra sorpresivamente la boda de un guardia suizo

Francisco celebra sorpresivamente la boda de un guardia suizo

El pasado 14 de julio el Papa llegó, sin avisar, a la iglesia vaticana de San Esteban de los Abisinos

Quién se habría imaginado que el sábado pasado habría llegado el Papa Francisco a San Esteban de los Abisinos, en donde se estaba celebrando el matrimonio entre un guardia suizo y una empleada de los Museos Vaticanos. Los esposos, Luca Elia Maria Schafer y la brasileña Leticia Vera, le habían enviado al Pontífice la petición para que participara en la boda, pero no se esperaban la sorpresa. Bergoglio, sin avisar a nadie, se apareció en la sacristía de la antigua iglesia del Vaticano, que se encuentra en la homónima calle detrás de la Basílica de San Pedro. 

  

Nadie lo podía creer, empezando por el padre Renato dos Santos, el sacerdote brasileño encargado de celebrar la boda. Se sorprendió cuando, al entrar a la sacristía para prepararse para la misa, se encontró con el Papa, que lo estaba esperando sentado y con una sonrisa. «Nunca en mi vida me habría imaginado que me habría encontrado al Papa en la sacristía», dijo en una entrevista con Vatican News. «Los invitados se preguntaban los unos a los otros si era de verdad el Papa Francisco». «Vi en él –afirmó el padre Renato– al verdadero párroco que cuida a las propias ovejas de la parroquia, con toda su dulzura y su ternura». 

  

Los que difundieron la noticia de la presencia del Papa en el matrimonio fueron los demás sacerdotes que estaban presentes. En particular el padre Omar Reposo, rector del Santuario del Cristo Redentor-Corcovado (Río de Janeiro), mediante su cuenta de Instagram, en la que publicó la foto del Pontífice con los esposos: «¡Vean quien vino de sorpresa! ¡El Papa Francisco siempre sorprende!». 

  

En su homilía, dijo el padre dos Santos, Francisco indicó tres acciones para vivir plenamente el don del matrimonio: «Comenzar, detenerse, retomar el camino». Para el Pontífice es muy importante «el valor del matrimonio», observó el sacerdote, «en él hay amor por este sacramento con el que comienza una familia y que quiere poner a Dios en el centro». 

  

No es la primera vez que el Papa Francisco preside un matrimonio en el Vaticano. Recuérdese la ceremonia nupcial de 20 parejas en San Pedro, en septiembre de 2014, o la de una pareja de sordos celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta en julio de 2016. Sin olvidar, otra enorme sorpresa, las famosas “bodas del aire” entre los asistentes de vuelo chilenos que se encontraban en servicio en el avión que llevó al Papa hacia Chile en enero de este año. 

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