La Fontana de Trevi se "tiñó" de rojo por el martirio cristiano en el mundo

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Fue iluminada con luces rojas en homenaje a las 200 millones de personas asesinadas por profesar el cristianismo. El evento lo organizó el cardenal Bagnasco, en el marco de las actividades de "Ayuda a la Iglesia que sufre", auspiciadas por el Vaticano.

Hace cinco meses, la Fontana di Trevi en Roma volvió a lucir un blanco brillante tras una restauración de 2,2 millones de euros (unos 2,5 millones de dólares), pero ayer fue iluminada con luces rojas en una acción en memoria de las personas asesinadas por profesar el cristianismo.   

Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) organizó el acto, que comenzó a las 20 hora local (15 de la Argentina), para llamar la atención sobre los 200 millones de cristianos en el mundo que son víctima de persecución por motivos religiosos.   

“El famoso monumento será bañado en rojo. Es el color de la sangre vertida por muchos niños, mujeres y hombres cuyo derecho a vivir su fe en sus países de forma libre y feliz ha sido violado”, señaló AIN.   

Con las minorías cristianas de Oriente Medio en mente, los organizadores invitaron a dar un discurso al obispo católico de Alepo, Antoine Audo. En marzo, el religioso señaló que desde 2011 la población cristiana se redujo en dos tercios en Siria, hasta unas 500.000 personas.   

También se refirieron a la cuestión una monja misionera cuyas hermanas fueron asesinadas en Yemen en marzo, un amigo del ministro católico paquistaní asesinado Shahbaz Bhatti y la hermana de un sacerdote italiano que murió en Turquía. “Alepo es una nueva Sarajevo”, dijo Andre Iacomini, portavoz de Unicef Italia. El jueves, otro hospital de Médicos Sin Fronteras fue bombardeado en la ciudad Siria, dejando treinta muertos, entre ellos varios niños.   

“El enrojecimiento de la Fontana di Trevi ofrece toda una señal de la presencia, incluso hoy en día, del martirio de tantos cristianos, y la oportunidad para elevar al Señor una oración por los cristianos perseguidos”, señaló el cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.   

Una monja contó la historia de las cuatro Misioneras de la Caridad masacradas el 4 de marzo en Yemen, a manos de Al Qaeda.   

Maddalena Santoro recordó el calvario de su hermano, el padre Andrea Santoro, asesinado en Turquía. Un joven de Kenia, Luka Loteng, rindió homenaje a los 142 estudiantes cristianos de Garissa pasados a cuchillo por islamistas.   

La acción convocó al patriarca caldeo de Bagdad, Louis Raphael I Sako. “Desafortunadamente perseguir a los cristianos se ha convertido en un fenómeno generalizado no sólo en Irak, sino en muchas partes del mundo e incluso en Occidente, donde las personas son discriminadas”, dijo el religioso.

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