“Como religiones tenemos la misión de recrear una nueva arquitectura financiera internacional, reconstruyendo un urbanismo institucional global. Habitar la casa, la ciudad, el eco-sistema para transformarlos en el ‘hogar común’ en el que todos tienen un lugar en el que cobijarse, sentirse seguros, nutrirse, crecer y desarrollarse plenamente”, expresóFr. Augusto Zampini, como conclusión de los diálogos de ética y economía en el Foro Interreligioso G20.
“En tiempos de crisis y devastación, son aún más necesarios ‘gestos proféticos’ de personas que, como testigos que no niegan la inminente devastación, resisten creativamente permaneciendo allí donde todos cierran y se retiran, sembrando allí donde nadie ya siembra, forjando la promesa cierta de un futuro bueno para todos, construyendo consensos para un desarrollo justo, equitativo y sostenible”, dijo Humberto Shikiya, como conclusión de los diálogos de ética y economía en el Foro Interreligioso G20.
“Las religiones tenemos el deber de colaborar con la implementación de la agenda 2030, a nivel nacional y local y en nuestras comunidades, promoviendo inversiones de triple impacto: social, ecológico, económico.” (Humberto Shikiya)
“Hacemos un llamado a una Transición Justa y ágil, el costo de la inacción es muy alto. Sostener una economía del pasado, aumenta el déficit democrático global, ignora la deuda ecológica, aumenta la brecha social y no es sustentable”, expresó Fr. Augusto Zampini, como conclusión de los Diálogos de Ética y Economía.
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