Falleció Tauran, el cardenal del diálogo interreligioso

Falleció Tauran, el cardenal del diálogo interreligioso

Tenía 75 años y murió en Estados Unidos. Estaba enfermo de Parkinson desde hace años. Fue “ministro del Exterior” vaticano de Wojtyla y Bibliotecario, y era el actual camarlengo

Falleció en Estados Unidose l cardenal francés Jean-Louis Tauran, de 75 años, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y camarlengo de la Santa Romana Iglesia. La noticia fue dada a conocer por Vatican News. El purpurado, entonces “protodiácono”, anunció al mundo la elección del Papa Francisco el 13 de marzo de 2013. 

  

Taurán se encontraba en Connecticut para curar la enfermedad que sufría desde hace tiempo, el Parkinson, y vivía en la comunidad de las monjas Franciscanas de la Eucaristía en la archidiócesis de Hartford. 

  

En abril de 2018, hace menos de tres meses, el purpurado, a pesar de sus condiciones de salud delicadas, hizo una visita a Arabia Saudita y en esa ocasión recordó: «Lo que nos está amenazando a todos nosotros no es el choque de civilizaciones, sino el choque de ignorancias y radicalismos. Conocerse es reconocerse». «El porvenir –añadió– consiste en la educación. Los cristianos no deben ser considerados ciudadanos de segunda clase». 

  

El cardenal nació en Bordeaux, en abril de 1943. Cursó estudios clásicos en el Liceo “Michel Montaigne” de la ciudad francesa, después de dos años en el seminario Mayor diocesano fue enviado a Roma como alumno del Pontificio Seminario Francés y de la Pontificia Universidad Gregoriana, en donde llevó a cabo estudios de teología y filosofía, obteniendo la Licenciatura en Filosofía y Teología. Entre 1964 y 1965, absuelto del servicio militar, a título de la cooperación cultural francesa, enseñó en un colegio católico de Líbano. 

  

Fue ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1969, fue vicario parroquial de Santa Eulalia de Bordeaux y comenzó a frecuentar los cursos de Derecho canónico en el Instituto Católico de Toulouse. Llamado a Roma en 1973, asistió a la Pontificia Academia Eclesiástica, en donde se forma el personal diplomático de la Santa Sede, y la Pontificia Universidad Gregoriana, obteniendo la licenciatura en Derecho canónico. 

  

Entró a formar parte del servicio diplomático de la Santa Sede en marzo de 1975, fue trasladado a la nunciatura de la República Dominicana, después a la sede diplomática vaticana en Líbano, en donde permaneció hasta julio de 1983, cuando fue llamado para que trabajara en la Secretaría de Estado.  

  

De 1984 a 1988, siguió las sesiones de trabajo de la entonces Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa, y participó en 1984 en la Conferencia de Estocolmo sobre el desarme, en 1985 en el Foro Cultural de Budapest, en 1986 en la Conferencia de Viena. En 1988 fue nombrado subsecretario del Consejo para los Asuntos Públicos de la Iglesia (que después se convertiría en la Sección para las Relaciones con los Estados). 

  

El primero de diciembre de 1990 Juan Pablo II lo nombró “ministro del Exterior” de la Santa Sede, elevándolo a la dignidad de arzobispo. Durante los 13 años que pasó a la cabeza de la Sección para las Relaciones con los Estados llevó a cabo muchas misiones en el extranjero y guió a la delegación vaticana en varias conferencias internacionales.  

  

Juan Pablo II lo creó cardenal en el Consistorio del 21 de octubre de 2003, diácono de S. Appollinare en las Termas Neronianas-Alejandrinas. El 24 de noviembre de 2003 fue nombrado Archivista y Bibliotecario de Santa Romana Iglesia. El 25 de junio de 2007 Benedicto XVI lo nombró Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. El 26 de junio de 2013 el Papa Francisco lo nombró miembro de la Pontificia Comisión referente sobre el IOR. En 2014 Francisco lo nombró cardenal camarlengo de Santa Romana Chiesa, con el encargo de presidir la sede vacante en el caso de que falleciera (o renunciara) el Papa.  

  

Hombre de gran sentido del humor y famoso curial, Tauran fue un colaborador precioso de tres Pontífices, que en la última fase de su vida, cada vez más afectado por la enfermedad, se gastó para luchar en contra de la idea del “choque de civilizaciones” con el Islam, e invitó a aislar a los fundamentalistas y violentos. 

  

En una entrevista de diciembre de 2017 explicó de esta manera la posición de la Santa Sede a favor del diálogo: «Nosotros creemos: en el fondo, a pesar de las posiciones que a veces pueden parecer distantes, hay que promover espacios de sincero diálogo. “Malgré tout”, a pesar de todo, nosotros estamos muy convencidos de que podemos vivir juntos; como demuestra el Papa, que cotidianamente subraya la importancia del respeto recíproco con los fieles de otras tradiciones. Y no solo con el Islam, sino también, por ejemplo, con los budistas, como hizo recientemente en el viaje a Asia». 

  

Después de los atentados de París de 2015, Tauran dijo: «Los extremistas se transforman fácilmente en terroristas: se presentan como defensores de la justicia y de la igualdad, pero en realidad tratan de reclutar a los “soldados de Alá”. Debe quedar claro que los defensores de los oprimidos no son los terroristas, sino los creyentes, junto con los hombres y mujeres de buena voluntad que no profesan la religión». 

  

«A menudo –añadió el cardenal– la ignorancia es la base del miedo. La mayor parte de los europeos nunca han encontrado a un musulmán o han abierto El Corán. También es cierto lo contrario, que muchos musulmanes nunca han abierto la Biblia. La mayor parte de los musulmanes, como sea, son heridos o humillados porque se ha dañado su religión. Lo que se espera es que el odio no triunfe: debemos vencerlo con el amor».

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