Expulsaron de la Iglesia a un cura por abusador

Expulsaron de la Iglesia a un cura por abusador

Se trata del ahora ex sacerdote Fabián Reimer, quien en 2010 fue denunciado por comportamientos y delitos relacionados con el abuso de menores de edad. Días atrás, la Santa Sede confirmó la dimisión  y ayer el Obispado de Santo Tomé lo informó de manera oficial. De esta manera, el religioso quedó privado de todo ejercicio del ministerio sacerdotal y de los derechos y deberes que como clérigo poseía.

La Santa Sede confirmó la pérdida del estado clerical del presbítero Fabián Omar Reimer, quien estaba acusado de "comportamientos y delitos relacionados con el abuso de menores" de edad, informó ayer el Obispado de Santo Tomé. Los encargados de dar la noticia a los medios santotomeños fueron el padre Héctor Aguirre, en su carácter de administrador diocesano de Santo Tomé y el sacerdote Jorge Luis Paz, juez del Tribunal Interdisciplinario de Corrientes. A lo largo de 25 minutos aproximadamente, ambos religiosos dieron a conocer públicamente la decisión de la Iglesia de expulsar a Fabián Reimer, quien durante todo el proceso canónico apeló todas las instancias, las que fueron rechazadas. La curia diocesana recordó que, tras las denuncias recibidas en 2010, el entonces obispo de Santo Tomé, monseñor Hugo Norberto Santiago, ya había impuesto a este sacerdote "la suspensión del ejercicio del ministerio, como medida cautelar". "Luego de un largo proceso, la Santa Sede el 14 de noviembre de 2016, ha confirmado la dimisión (pérdida del estado clerical), del presbítero Fabián Omar Reimer, como firme y definitiva y a consecuencia de ello, el mismo ha quedado privado de todo ejercicio del ministerio sacerdotal y de los derechos y deberes que como clérigo poseía", precisó en un comunicado. "La Iglesia que peregrina en la Diócesis de Santo Tomé expresa su dolor y cercanía con las víctimas y sus familias, les pedimos perdón por el sufrimiento padecido, al mismo tiempo que ratificamos nuestra voluntad de vigilancia y purificación, para que otros hechos de naturaleza semejante nunca más vuelvan a repetirse en el seno de la comunidad eclesial", expresó en el texto el administrador diocesano, monseñor Héctor de Jesús Aguirre, junto con el presbiterio local. 

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