Entrevista a Eduardo Yeyati sobre Argentina 2030 - Israel 2048: “Esta iniciativa fue pensaba para trascender cualquier Gobierno”

Entrevista a Eduardo Yeyati sobre Argentina 2030 - Israel 2048: “Esta iniciativa fue pensaba para trascender cualquier Gobierno”

En el marco de la a jornada “Argentina 2030 - Israel 2048, dos países pensando el futuro” que se realizará el próximo jueves 23 de noviembre en la Cancillería argentina, el director del Programa Argentina 2030, Eduardo Levy Yeyati, afirmó a la Agencia AJN que “esta iniciativa fue pensaba para trascender cualquier Gobierno”.

Argentina 2030 es un espacio multidisciplinario de diálogo entre el Gobierno y la sociedad para la elaboración de una visión compartida del país a futuro. En la jornada que se llevará a cabo esta semana, se abordarán los desafíos y tendencias en las áreas de innovación, agronegocios y emprendedurismo.

“En los años ’80, Israel era un país del tercer mundo. En ese contexto, viendo la urgencia de pensar a largo plazo, Israel consiguió una visión muy clara. Es ese planteo el que llevó al Israel de los ’80, un país en desarrollo, a un país desarrollado. Es uno de los pocos países que dio el salto. Entonces, uno debería en Argentina preguntarse: ¿qué hicieron en Israel que nosotros no podemos hacer? La verdad es que lo que hicieron fue una combinación de la concepción de la valorización de su capital humano y la visión que iría más allá de gobiernos puntuales. Esa es la gran enseñanza del llamado modelo israelí”, destacó Yeyati a la Agencia AJN.

El evento en la Cancillería, organizado por los Amigos Argentinos de la Universidad Hebrea de Jerusalem, contará con la presencia del ministro de Relaciones Exteriones, Jorge Faurie; el coordinador del gabinete económico, Mario Quintana; entre otras autoridades argentinas, y expertos israelíes de la Universidad Hebrea de Jerusalem, como el director del Shasha Center for Strategic Studies, Shlomo Hasson; y el director de la Israel Innovation Authority, Israel Shamay. Además, la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, asistirá a uno de los eventos programados para esta jornada. 

-Se dice que hay un Moisés en cada generación. Aunque suene un poco exagerado, hay gente que tiene visión para generar un espacio nuevo y renovado. ¿Cuánto de esto hay en usted y en este enorme compromiso que está asumiendo para la Argentina?

-Es buena la analogía, pero diría que más que a nivel personal, ese trabajo de visión en todos es colectivo. Mi rol, más que iluminar, es juntar las partes: apalancarme en mucha gente que tiene visiones en aspectos en los cuales son especialistas y articularlo en un todo que se vea atractivo para el país. Entonces, más que Moisés, que obviamente es una comparación exagerada, la idea es pensar como en un director de orquesta. De un montón de músicos que saben una parte de esa partitura, y la han estado investigando y pensando, lograr una visión que nos sirva para orientarnos, para remarcar la política, para saber hacia donde podemos ir en el futuro.

-¿Por qué su tarea se da en este momento de la Argentina?

-Porque los argentinos estamos percibiendo desde hace un tiempo que la Argentina es un país con muchas potencialidades y con pocas realizaciones. No sólo por el Gobierno que tomó la posta, sino por la situación de sucesivas ilusiones y desencantos, hay un sentimiento de que tenemos que empezar a pensar las políticas públicas con otro abordaje. No tanto resolver a donde nos lleva, sino tratar de planificar, y planificar es anticipar un poco. La tarea de esta iniciativa es anticipar para poder planificar y salir de una trampa. Una trampa del desarrollo, donde estamos casi siempre con las condiciones de dar el salto y finalmente terminamos muy cerca del lugar donde empezamos. Me parece que ese sentimiento de frustración, por un lado, y la comprensión de las posibilidades del país, por el otro, coincidente con un cambio de estilo y de propuesta a nivel de Gobierno, fue el caldo de cultivo para pensar el futuro.

-¿Cómo ve usted a la población, los argentinos, a la hora de querer acompañar este proceso?

-Todo el mundo con el que yo hablo, que son generalmente especialistas de la academia, en la sociedad civil, incluso políticos, todos se entusiasman. Todo el mundo reacciona diciendo ‘hace mucho que deberíamos haber hecho algo como esto’. Creo que igual hay que tener paciencia: es un país que todavía sigue atrapado o urgido por la coyuntura.

-¿Cuál es la situación de la generación joven y cómo influye la educación para las futuras generaciones?

-Cuando uno habla de generación joven a veces piensa en sus hijos y los amigos de sus hijos; a veces piensa en los chicos que ve cerca de su barrio, en su ciudad. Pero cuando uno viaja por el país se da cuenta de que por generación joven tenemos muchas cosas distintas, porque los jóvenes son muy distintos. Ahora, en los casos que conozco, veo una apertura mental que a veces no estaba, no teníamos nosotros que veníamos ya con huellas más marcadas. Eso sí es muy positivo para repensar las cosas que sigo, para tener una lectura a largo plazo sin caer en los mismos tics. También es cierto que la Argentina tiene un problema de educación importante, incluso en las generaciones de todas las clases sociales. De hecho, muchos más grave en las poblaciones más vulnerables y me parece que hoy se habla de la educación y nadie negaría que eso es un problema. Todavía nos falta agarrar conciencia de la importancia de la educación, sobre todo del capital humano, y eso se va a tener en cuenta con lo que vamos a ver en la reunión con los expertos de Israel. Porque Israel es el principal ejemplo de un país que ha sido levantado sobre los pilares del capital humano. A mí me gusta mucho el ejemplo de Israel como una sociedad que reconoce el capital humano como su principal insumo. Nosotros todavía estamos lejos de hacer eso, por eso la educación no sólo es una urgencia, sino que culturalmente me parece que debería ser tomada más en serio.

-¿Esta iniciativa puede trascender al actual gobierno o está ligado estrictamente a esta gestión?

-Está pensada para trascender. Puede cambiar el nombre, el grupo, la forma en que se organiza dentro del Gobierno, pero está pensada para trascender. El hecho es que nuestros interlocutores, incluso la gente que está en el Consejo Presidencial que ha aunado esta iniciativa -que es un consejo de expertos- son no sólo no está en el Gobierno, sino que muchos no lo han votado. Es una reunión pluralista, orientada para trascender.

-Un socio de este evento es la Universidad de Jerusalem, que fue fundada antes del Estado de Israel. ¿Qué reflexiona al respecto?

-El Estado se fundó sobre los pilares de su conocimiento. Podemos llamarlo de muchas formas eso: de su educación, su cultura, todas cuestiones que están en general interligadas en el proceso de formación. Hay cosas de las que podés prescindir y cosas que no en la formación de una nación moderna: el capital humano y el conocimiento de su pueblo es imprescindible. Pero aparte hay un punto importante de la historia moderna de Israel. En los años ’80, Israel era un país del tercer mundo, un país subdesarrollado, de alguna forma. Se comparaba a Israel con Argentina. En ese contexto, viendo la urgencia de pensar a largo plazo, Israel consiguió una visión. Y esa visión, que es difícil de explicar en palabras, pero que cuando uno va a Israel y habla con la gente que participó en el proceso lo puede explicar, es una visión muy clara. Es ese planteo el que llevó al Israel de los ’80, un país en desarrollo, a un país desarrollado. Es uno de los pocos países que ha tenido ese desarrollo, que dio el salto. Entonces, uno debería en Argentina preguntarse: ¿qué hicieron en Israel que nosotros no podemos hacer? La verdad es que lo que hicieron fue una combinación de esto que te mencionaba antes, la concepción de la valorización de su capital humano y la visión que iría más allá de gobiernos puntuales o de situaciones de contexto puntuales. Me parece que esa es la gran enseñanza del llamado modelo israelí, de manera muy simplista.

-¿Está entusiasmado con esto?

-Sí, mucho. Porque aparte vienen algunos amigos de la Universidad Hebrea, donde me alojaron y estuvimos practicando estos temas. Nosotros tenemos mucho por aprender y, aparte, es una cuestión de amistad natural que siempre es hermoso desarrollar.

-La primera vez que se reunieron Netanyahu y Macri, en Davos, tuvieron un compromiso con respecto al camino a seguir. Evidentemente la Argentina ha puesto en su persona este deseo. ¿Cómo lo vive usted particularmente?

-Con alegría y responsabilidad. Pero como decía antes, no es una cuestión personal, sino que creo que hay mucha gente participando. Y hay la misma vocación por profundizar los lazos de amistad en gente del Gobierno, como en gente de la sociedad civil, de la academia. Me siento muy acompañado en este proyecto.

-¿Cómo se ubica el rol del docente en este cambio en el mundo?

-El principal mensaje sobre el tema educativo es que nosotros podemos hacer muchas cosas para reformar y modernizar la educación, pero lo que no podemos hacer nunca es prescindir del docente. No vamos a tener una mejor educación sin la participación, la colaboración, incluso la actuación, como es la contribución activa de los docentes. El docente nunca debe ser visto como un obstáculo, como una tarea, sino como el principal socio. Creo que los docentes tienen a la vez conciencia de la urgencia en la mejora de la educación, pero por otro lado hay una relación que ha sido demasiado conflictiva con el resto de la sociedad. Debemos dar vuelta la página, volver al cero y entender que la educación es con el docente. Así que su rol es esencial y lo tiene que entender el docente, la sociedad, el padre y también el Gobierno.

-¿Qué va a ocurrir en este encuentro 2030-2048?

-Lo que vamos a hacer es agarrar tres temas en donde hay interés en ambos lados, en general temas donde Israel ha avanzado mucho en los últimos 20 o 30 años y donde la Argentina está poniendo el foco: en tecnología, emprendimiento, planificación y agroindustria. Vamos a tener en el mismo panel un experto de la Universidad Hebrea, un experto académico local, alguien que sea del sector privado, alguien del sector público, para discutir un poco qué hizo cada uno, dónde está cada uno y qué es lo que se puede aprender y, sobre todo, hacia adelante dónde podríamos colaborar. Se va a hacer a la mañana y luego cerrar con un almuerzo donde viene la vicepresidenta y el jefe de Gabinete. Después los expertos de la Universidad Hebrea van a tener charlas, al margen del evento, con gente del Gobierno y algunas universidades.

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