“He entrado a viviendas donde lo que se ve ya no es pobreza, sino miseria”

“He entrado a viviendas donde lo que se ve ya no es pobreza, sino miseria”

El Obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, manifestó profunda preocupación por los índices de pobreza que se registran en la ciudad y reconoció también que las problemáticas que se registran con mayor frecuencia en la periferia están vinculadas a “la inseguridad, la desocupación y las drogas”. “Hay problemas sociales reales, y uno se pregunta por el futuro”, aseguró.

 

En un extenso mano a mano en los estudios de Radio Mitre Mar del Plata, el referente del obispado local se refirió a las visitas que realiza en las diversas parroquias desde 2011. “Es algo que da un conocimiento mucho más realista y permite el contacto con mucha gente. Uno no puede hacer tantas visitas y he privilegiado lasde la periferia”, indicó.

“Los problemas que más se repiten son inseguridad, trabajo, drogas. Creo que está en todas partes pero es algo que aquí se ha intensificado. Lo peor es cuando la gente acude a entrar en ese menudeo como fuente de recurso”, advirtió en diálogo con el programa Hoy Es Mejor.

En esta misma línea, reconoció “graves” problemas sociales en diferentes barrios de la ciudad y confesó que desde el inicio de su actividad “el conocimiento y el mayor contacto” lo ha ido “conmoviendo cada vez más”. “Uno detecta estos problemas que están, son muy reales, y se pregunta por el futuro”, consideró, y señaló en el marco de esas visitas: “He entrado a viviendas donde lo que se ve ya no es pobreza, sino que hay miseria”.

“Creo que es fundamental cuidar la educación en un sentido integral. En la formación de valores, aprender la convivencia, el sentido de la vida”, sostuvo, y añadió: “Por supuesto que yo soy Obispo, y ayudaría mucho la visión religiosa de la vida y el tener un sentido de trascendencia que se va mamando desde el hogar”.

Asimismo, monseñor Antonio Marino no ocultó preocupación al referirse a que como sociedad se está “perdiendo” la institución de la “familia”: “La institución familiar, el matrimonio, es algo muy golpeado, quebrado”.

“He tomado contacto con las maestras, maestros, algunos están en situación de crisis por el panorama que les toca enfrentar cada día. Hay una gran vocación en muchos docentes. Pero hay que tratar de hacer algo verdaderamente humano por esos chicos”, insistió, y afirmó: “El grado de violencia que describían los directivos de esas escuelas, es muy alto y preocupante”.

“Hay chicos que aparecen golpeados y que no tienen ninguna contención. Les falta amor, el sentido del amparo, del padre y de la madre y muchos vuelcan agresividad en las aulas, en los juegos del colegio”, explicó el Obispo.

En este sentido, Marino consideró que “la persona no necesita sólo un plato de comida, sino alguien que lo trate humanamente, con naturalidad y realismo”. “Es un ser humano, tiene sentimientos, tiene una historia detrás. Hay que atender a la persona en el aquí y ahora en la medida que se abre para hacer un trabajo más en profundidad”, remarcó.

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