X Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Comunidades Eclesiales de Base

X Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Comunidades Eclesiales de Base

Delegados de CEBs de todo el continente se reúnen para reflexionar sobre el tema: “CEBs en el seguimiento de Jesús de Nazaret, hacemos memoria de los 50 años de camino y abrimos con esperanza nuevos horizontes”, desde hoy 13 de setiembre hasta el sábado 17,  en la casa de retiro Tupâ Rekávo, de la ciudad de Luque.

El objetivo del encuentro es celebrar los 50 años de las Comunidades Eclesiales de Base, resignificarlas y refundarlas para caminar de acuerdo a los actuales signos de los tiempos, e intercambiar las experiencias de buen vivir de las CEBs.

El recorrido por la historia de las Comunidades Eclesiales de Base durante el Encuentro incluye una línea de tiempo por décadas por país. La realidad actual de las CEBs se abordará desde lo bíblico, lo teológico y lo sociológico. También serán compartidas prácticas de Buen Vivir en el ámbito eclesial y social. La metodología de todo el encuentro consiste en el Ver-Pensar-Actuar.

Resignificar las CEBs, ¿de qué se trata?

Hacer que diga algo a la vida de los bautizados es tarea, especialmente testimonial, de todos, pero singularmente de quienes se reúnen. Hacen como el corazón que bombea la sangre nueva que llega a todo el cuerpo. En lo pequeño y en la igualdad.

Puede que no sea comprendida la CEB justamente por primerear lo pequeño y la igualdad. Los vientos que corren van en dirección de lo grande y los grados e insignias que identifican los ministerios, no por cierto, parecidos a la toalla de secar los pies, en Jesús.

¿Quiénes son la familia-comunidad de Jesús?

Los pobres. Ya vistos y oídos como empobrecidos, descartables en la mayoría de los ámbitos de la vida. Los pobres claman a nuestros ojos, a nuestras entrañas y a nuestras capacidades y recursos. Las CEB no hacen “mucho” pero muchos sí hacen “algo” en línea de hacerse cargo de las situaciones, cargar y encargarse de las personas.

Los pobres callados. Son pobres singulares. Ponen inyecciones, acompañan al médico, siempre ocupados, les puedes pedir su tiempo (se lo inventan), nunca condenan, no acusan, escuchan tus penas, fue a ver a aquel preso a quien todos tememos, ha organizado un equipo de fútbol de adolescentes, etc. Son profetas y ni lo saben. Ministerialidad no instituida, ni elegida, ni delegada.

Los mártires. Nube de testigos hay en nuestras comunidades. Familiares identificados por sus relaciones con los vivos, como aquel ciego de la comunidad de Marcos que era “hijo de Timeo. Ser tan cercanos a los mártires nos hacen resistentes (re-existentes) y algo tercos. Y esta virtud sólida produce esperanza que no defrauda porque nos la da el Espíritu que se desparramó en nosotros en amor (R. 5, 3-5).

María, la madre de Jesús. La CEB de Jerusalén pone su lista de asistencia (Hch. 1, 14) y cuenta entre los que asisten a María. A María la hemos desvestido de riquezas, joyas y tronos. Y se nos parece tanto que es miembro ejemplar de la CEB. Nos anima a cantar, como ella, con crítica social y con memoria del pueblo. Y nos estimula a ser luna sin luz propia (el Sol es Jesús Resucitado). Y nos lleva  a la centralidad de la Palabra: “hagan lo que Él les diga”.

Asunción, 13 de setiembre de 2016

Oficina de Comunicación y Prensa

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