Elección del nuevo Papa: los nombres que suenan fuerte

Elección del nuevo Papa: los nombres que suenan fuerte
Con la primera congregación que prepara el cónclave para elegir el nuevo papa, ya suenan los nombres de los posibles sucesores de Benedicto XVI. El Vaticano podría buscar que la elección se diera a mediados de marzo para que el nuevo Papa se instale antes del Domingo de Ramos, que será el 24 de marzo, y dirigir las misas de Semana Santa que culminan con la Pascua de Resurrección el domingo siguiente.

La elección parece estar muy abierta. Cada uno de los papables padece una desventaja: Angelo Scola, cercano al Papa, tiene opciones pero ser italiano lo podría frenar. El cardenal de Viena Christoph Schönborn, reformador y exalumno de Benedicto XVI, reúne muchas de las características, pero las controversias en su Iglesia podrían perjudicarlo.

América Latina va ligeramente rezagada. El candidato que más destaca es el arzobispo de San Pablo, Odilo Scherer, moderado, acreditado por el éxito en su diócesis y que ya trabajó en Roma. El brasileño cuenta con la confianza de los influyentes cardenales italianos Giovanni Battista Re y Angelo Sodano para ser uno de los candidatos favoritos a ser el próximo Papa, revelaron fuentes eclesiásticas del Vaticano al diario Folha. También se menciona al argentino Leonardo Sandri. Este último dijo que el próximo Papa no debería ser escogido de acuerdo a áreas geográficas, sino que debe ser un "hombre santo" que sea el "mejor calificado" para liderar a la Iglesia en tiempos de crisis.

Entre los norteamericanos con posibilidades de ser elegidos para reformar la Curia están Sean O'Malley, que luchó contra la pedofilia en Boston; el brillante y mediático arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan; y el quebequense Marc Ouellet, un gran conocedor de América Latina y teólogo conservador.

En África destacan el ghanés Peter Turkson, el guineano Robert Sarah, discreto y muy apreciado por Benedicto XVI; y el sudafricano Wilfrid Napier, arzobispo de Durban.

En Asia, el nombre que suena con más fuerza es el del joven arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle, de 55 años. Este teólogo y pastor es muy apreciado, pero podría ser considerado demasiado joven y muy alejado de los centros del poder.

Comentá la nota