Por efecto devaluación, en el Gobierno admiten que la pobreza alcanzará el 30%

Por efecto devaluación, en el Gobierno admiten que la pobreza alcanzará el 30%

El dato comprenderá el primer semestre del año, se conocerá a finales de septiembre y, si bien será menor al que calcula la UCA, superará en casi cinco puntos al registrado por el Indec en marzo, y también será mayor al interanual. La suba del dólar, que arrastró a los precios, determinante en el crecimiento de los pobres.

 

Días después de que desde la Universidad Católica Argentina tarscendiera un significativo aumento en el nivel de pobres para el primer semestre de 2018, en el Gobierno reconocen que la cifra, producto de la inflación y la devaluación, aumentará fuerte en relación a marzo y también en el balance interanual. Se presume que el 27 de septiembre, cuando se conozca el informe del Indec, la pobreza afectará a cerca de un 30% del país.

  

Una postal diferente a la de marzo

El pasado 28 de marzo, Mauricio Macri disfrutó, probablemente, del día más reconfortante en sus 32 meses de gestión como Presidente. El día previo, desde Casa Rosada se convocó a los medios a Olivos para comunicar una noticia que se venía masticando dese hacía varias semanas: la pobreza había bajado de manera sideral en el último semestre de 2017. 

 

 

Flanqueado por los ministros Carolina Stanley (Desarrollo), Jorge Triaca (Trabajo) y Alejandro Finocchiaro (Educación), Macri anunció las cifras que le había informado Jorge Todesca, el titular del Indec: 25,7%, casi tres puntos menos que en el período anterior y siete por debajo de la primera medición que había hecho en su presidencia. Había 1,9 millón menos de pobres en la Argentina, en el balance interanual.

 

 

Devaluación e inflación, mix destructivo

En el arranque de abril, apenas unos días después, un mal presagio empezó a invadir a muchos funcionarios en relación a, quizás, la cifra más sensible de todo el combo estadístico que maneja el Indec. El cambio en la meta de inflación y los primeros coletazos en el precio del dólar amenazaban con poner en riesgo los avances logrados. 

 

 

Un mes después, con la crisis cambiaria a toda velocidad, una devaluación superior al 50%, la inflación disparada, la sequía causando pérdidas millonarias y el pedido de auxilio al FMI, en el Gobierno empezaron a asumir que el próximo dato de pobreza no sólo iba a marcar una desaceleración en la baja, sino que también iba a generar un aumento signifciativo en la cantidad de pobres. 

 

 

Un tercio de pobres, lo que viene

Las declaraciones de la semana pasada de Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina en la Universidad Católica Argentina (UCA), que estimó que la pobreza del primer semestre de este año se ubicará entre el 32% y 33%, hicieron ruido en Casa Rosada. Aunque esperaban que el dato trascendiera, pudo saber El Cronista.

 

 

Los informes de la UCA siempre fueron valorados por los dirigentes de Cambiemos, ya que, entienden, desde la casa de estudios han sido rigurosos en el desarrollo de esos datos durante el kirchnerismo, sobre todo en el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, cuando el Indec empezó a medir de manera discrecional las estadísticas y, directamente, la cantidad de pobres, dejó de contabilizarse, según palabras del entonces ministro de Economía Axel Kicillof, po ser una medida "estigmatizante".

 

 

Por eso, si bien esperan cifras menores, el último relevamiento va en línea con las cifras que circulan en Balcarce 50. "Va a dar mal, es un hecho", afirma una fuente ejecutiva, que prefiere no arriesgar un número. Otro funcionario, con ascendencia dentro del Gabinete, admite que Macri está preparado para recibir un dato que incluso supere al de hace un año, cuando se conoció que los pobres en el país eran el 28,6% en el primer semestre.

 

 

El techo a esperar para el próximo 27 de septiembre, no obstante, creen, será el 30%. Y, medido en cantidad de personas, los pobres que reingresarán en ese sector, serán más de los casi dos millones que habían dejado de serlo hace apenas cinco meses. 

 

 

La obsesión de Macri, lejos de cumplirse

Como con la inflación, Macri siempre estuvo obsesionado con reducir el número de pobres durante su mandato. Apenas asumió la presidencia, se fijó como objetivos reducir a un dígito ambos porcentajes para diciembre de 2019. A un año y cuatro meses del final de su gestión, se mantiene en los tres dígitos, cifras casi idénticas a cuando llegó al poder. Quienes lo conocen, aseguran que para el Presidente es la principal deuda que tiene con el electorado que lo votó en 2015, y también con la otra mitad que no se inclinó por él en el ballottage.

 

 

La comparación con los otros presidentes

En cada viaje al exterior, Macri repitió a modo de slogan lo imperioso que le resultaba reducir la pobreza, problema cíclico de la Argentina en los últimos 35 años de democracia. De acuerdo a un informe que hizo el sitio web Chequeado en octubre de 2016, tomando datos del Indec, de la UCA y de la consultora Orlando Ferreres, los datos de pobreza en la era Macri fueron similares al promedio general de las seis presidencias anteriores.

 

 

Con Raúl Alfonsín, durante 1985, el nivel de pobres se ubicó en un irrepetible 16% de la población. Pero el salto que dio entre 1987 y 1989 fue exponencial, cerrando la presidencia del dirigente radical apenas por encima del 40%, según Ferreres.

 

 

La década de Carlos Menem como presidente, de acuerdo al Indec, mostró uan fuerte desaceleración en el primer mandato y un sendero a la alza del '95 al '99. En el '93, se registró un 16,8% de pobres, mientras que en el '99, cuando se cerró la gestión del riojano, se alcanzó el 26,7%.

 

 

Los dos años de mandato de Fernando de la Rúa relevaron los datos más crudos en pobreza. El 2000 cerró con un 28,9%, 2001 con un 35,7%, y 2002, ya después de la caída del ex presidente de la Alianza, concluyó con un inédito 54,3%. El año y medio de transición de Eduardo Duhalde terminó con una reducción en la cifra: 47,3%, a finales de 2003. 

 

 

Durante el kirchnerismo, hubo una caída pronunciada en los primeros años, cerrando Néstor Kirchner su gestión en 2007 con una pobreza de 20,7%, más de la mitad en relación a cuando había asumido, en mayo de 2003. En los dos mandatos de Cristina, frente a la desconfianza que generaban índices poco fiables del Indec, la UCA volvió a ser la principal referencia para medir la pobreza. Tras ubicarse en un 23% de pobres, en 2011, en 2015, CFK dejó el Gobierno con un 29% de pobreza.

 

 

Siguiendo los datos de la UCA, Macri logró desacelerar los niveles de pobreza que registraba el kirchnerismo, pero en septiembre, otra vez, se superará el tercio de la población bajo la linea de la pobreza. En el Gobierno, de acuerdo a la información que consignará el Indec, confían en poder estar por debajo de ese número, aunque es un hecho que el próximo informe generará un sinsabor fuerte en Casa Rosada, bien diferente a las amplias sonrisas que hubo a finales de marzo.

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