Eduardo García: "Hay muchos que utilizan la misa para la foto, pero hay muchos que rezan"

Eduardo García:

"No podemos seguir involucrando al Papa en nuestras pequeñeces. Hay muchos que utilizan la misa para la foto, pero hay muchos que rezan". Son palabras de Eduardo García, obispo de San Justo y prelado cercano a Jorge Bergoglio, de quien fue durante diez años auxiliar en Buenos Aires.

 

García fue designado directamente por Francisco para participar del sínodo de obispos dedicado a los jóvenes que comenzó en el Vaticano el 3 de octubre pasado, que se encuentra en su recta final. En una entrevista con LA NACION en un salón de la residencia de Santa Marta, donde se aloja, García no ocultó su malestar por la nueva tormenta que se desató en la Argentina, a más de 13.000 kilómetros, donde el Papa fue acusado de apoyar una misa en Luján que se transformó en un acto opositor. "Es más de lo mismo, todo el mundo se cuelga de la sotana del Papa. Y él no se va a poner a desmentir, esta no es una feria de barrio", aseguró. Y lamentó, entre otras cosas, el "infantilismo" de los argentinos "de no darnos cuenta de que el Papa es universal". "Creo que tenemos que madurar bastante para poder estar a la altura de la visita del Papa", afirmó.

 

El obispo Eduardo García

 

-¿Qué piensa de esta última polémica?

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-Es más de lo mismo. Es más de lo mismo de algo que viene desde el 13 de marzo de 2013, cuando el Papa fue electo: todo el mundo se cuelga de la sotana del Papa para avalar o darle importancia a lo que se hace. Yo creo que es un problema de los argentinos. Primero en pensar en que somos el obligo del mundo y en que el Papa no tiene otra cosa que hacer que estar pensando todo el tiempo en los dimes y diretes y en nuestras internas. El Papa, con un sínodo encima, en el cual participa activamente, recibiendo presidentes, con la posibilidad de un viaje a Corea, que podría representar la oportunidad de un viaje a China... ¿Va a estar organizando él una misa en Luján?

-Pablo Moyano dijo que el Papa dio la venia...

-Hay muchos que utilizan la misa para la foto, pero hay muchos que rezan. Obviamente que el Papa va a avalar siempre una oración. Otra cosa es que el Papa se ponga a cargo una misa como una expresión política determinada. Eso no está en la mentalidad del Papa. Y como el Papa tiene cosas más importantes, no va a andar respondiendo, ni desmintiendo todas las cosas que se dicen. Se han dicho muchas cosas que el Papa ha dicho, que no ha dicho... El Papa no se va a poner a desmentir, esta no es una feria de barrio...

-¿Usted pudo hablar de esto directamente, ahora, con el Papa?

-No, porque esto fue muy reciente. Pero uno conoce al Papa, no sólo por el conocimiento personal que uno pueda tener, sino porque lo ve actuar. Y han pasado y están pasando cosas mucho más graves en la Iglesia y el Papa maneja siempre una prudencia y un silencio que hace que las cosas se vayan desenvolviendo por sí mismas y que a la larga vaya saliendo lo verdadero. Y creo que es esto. No podemos seguir involucrando al Papa en nuestras pequeñeces. Y encima hacer de esto grandes noticias o explosiones. El Papa le dio visto bueno para una misa en Luján, el Papa se encuentra con Trump, vamos decir que es liberal, el Papa va a China, vamos a decir que es comunista, el Papa va a Venezuela, es populista, el Papa va a Marte y vamos a decir que es marciano. Esta interpretación tan barata de lo que es el Papa, a mí como argentino, como católico, como obispo, me molesta y hasta me causa risa, porque es tan burdo. Yo creo que el Papa quiere que se rece, punto. Ahora que cada uno lo use para llevar agua para su molino, eso es un problema de aquel que utiliza al Papa. El Papa no está utilizando la gente, ni los gremios, ni la política. Eso sí, creo que muchos utilizan al Papa y lo buscan al Papa pera decir 'el Papa nos está apoyando'. El Papa cuando quiere apoyar algo o decir algo, lo dice, no lo manda a decir, ni va por abajo..

 

Crédito: Ricardo Pristupluk

 

-En las redes sociales hay mucha bronca, algunos dicen que como en su momento la Iglesia avaló a la dictadura, ahora avala a sindicalistas corruptos, porque muchos de los que asistieron a la misa tienen cuentas pendientes con la justicia...

-Creo que esa es una mirada chiquita de la Iglesia. A la Iglesia va el bueno, el malo, el sucio, el feo, el corrupto, el santo, todo. La Iglesia abraza a todos. Esto no significa que la Iglesia se identifique con todos. Es una visión muy chiquita y creo que los medios hacen una manipulación de la figura del Papa y de la información muy nefasta. La semana pasada hubo un programa periodístico en el que daba vuelta este tema de la misa y ponen una foto del Papa con Moyano. Durante una hora del programa le pegaron con un palo al Papa todo el tiempo. Y al final del programa dijeron, 'ah disculpas, esta foto es del 2015'. Se manipula a la opinión pública, se lleva a situaciones de conflicto, se mete a la Iglesia y al Papa en lugares que no corresponden y que al Papa tampoco le interesa. El Papa busca la pacificación, busca la unidad de los argentinos y parece que estuviéramos empeñados en dividirnos. Y no hacemos caso a lo que el Papa dijo muchas veces: la unidad es superior al conflicto. En una misa rezarán los que tienen intereses personales, rezarán los que van para la foto, los que van para mostrarse y aquellos con sencillo corazón que buscan el bien de la patria.

-¿Quizás todas estas polémicas se hubieran evitado con un viaje del Papa a la Argentina?

-No creo, porque tenemos una psicología y perspectiva de comadrona de feria. Entonces si el Papa va a la Argentina sería 'mirá con quién está, mirá con quién no está, uy no quiso atender a este'. El Papa si va a la Argentina no va a poder atender a todos, ni va a poder tomar un vermouth con todos los que dicen ser sus grandes amigos. Porque el Papa desde 2013 es como Roberto Carlos, tiene un montón de amigos. Como estamos, si viene el Papa sería una situación de conflicto: si miró a tal, si miró a tal otro, si fue a tal provincia, por qué no fue a tal otra... Porque todavía estamos en ese infantilismo de no darnos cuenta de que el Papa es universal, no es un patrimonio nuestro...

-¿Cree que con todas estas controversias se aleja cada vez más el viaje?

-Por supuesto. Si yo fuera el Papa no tendría la más mínima gana de ir. Para que me despellejen por los cuatro costados en esta psicología adolescente de 'me miró, no me miró, estuvo conmigo, no estuvo conmigo, mirá lo que hizo, mirá lo que no hizo, por qué vino acá, por qué no fue allá'... Somos unos inmaduros, el Papa es universal...Creo que tenemos que madurar bastante para poder estar a la altura de la visita del Papa. Creo que no nos dimos cuenta de que el Papa no es el arzobispo jubilado de Buenos Aires que está viviendo en un asilo, sino que Bergoglio es el Papa, es el jefe de la Iglesia universal. No nos dimos cuenta. El Papa tiene una misión universal y tiene en su corazón problemas realmente importantes y graves y el deseo de crear una paz universal. ¿Va a estar preocupado, o se va a meter, o empezar a desmentir unos dichos de uno u otro? Cuántos han dicho en todo este tiempo, 'el Papa me dijo', 'el Papa le envió un rosario a fulano, a mengano'. Ahora si nosotros tuviéramos una situación de estar en la cárcel ¿no nos gustaría recibir una caricia de Dios? Y ésa es la misión del Papa, acariciar a todos, acompañar a todos, no dividir buenos y malos, feos y lindos, pecadores y no pecadores. ¡No lo hizo Jesús! ¿Por qué le pedimos al Papa otra cosa y que piense lo que pensamos nosotros, cuando él tiene que tener y Dios quiera que lo siga teniendo, esta mirada universal y misericordiosa, que trasciende la justicia humana, para acercarse a todos. Estamos metiendo al Papa en un molde muy pequeño, muy chiquito, muy de chusma, muy de feria. Y el Papa no es eso, ni lo tiene que ser y espero que no lo sea nunca.

-Usted que siempre fue muy cercano a él ¿cómo lo ve al Papa?

-Lo veo muy bien, con mucha fuerza, con mucha determinación en las cosas que hace, silenciosamente, porque él no va haciendo propaganda de lo que hace, con una claridad de una Iglesia realmente al servicio de la paz, al servicio de los pobres, de una Iglesia que sea madre.

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