Ecos de las "Marchas por la Vida" realizadas el 25 de marzo

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En el programa Claves para un Mundo Mejor, emitido el sábado 7 de abril por el Canal 9, el arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, comentó aspectos de las Marchas por la Vida realizadas el 25 de marzo en todo el país. Recordó que se hicieron ese día porque el 25 de marzo para la Iglesia es la fiesta de la Anunciación del Ángel a la Virgen María y, además, es el Día Mundial de los Derechos del Niño por Nacer. Es más, se puso esa fecha porque es el día de la Encarnación del Señor”.

En el programa Claves para un Mundo Mejor, que se emitió el sábado 7 de abril por el Canal 9, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, comentó aspectos de las Marchas por la Vida realizadas el 25 de marzo pasado en todo el país. Comenzó recordando que se hicieron ese día porque el 25 de marzo para la Iglesia es la fiesta de la Anunciación del Ángel a la Santísima Virgen y, además, es el Día Mundial de los Derechos del Niño por Nacer. Es más, se puso esa fecha porque es el día de la Encarnación del Señor”. 

“En este momento, en que el país está convulsionado por la propuesta de legalizar el aborto, mucha gente, en todo el país, se congregó para decir “sí a la vida, no a la muerte”. Creo que lo que sucedió en la Ciudad de Buenos Aires ha sido extraordinario, aunque es verdad que en muchas otras ciudades ha habido también multitudes. Pero insisto, la Marcha en Buenos Aires fue digna de ser notada”, explicó el prelado platense. 

En otro momento de su comentario se detuvo en las cifras que se mencionaron sobre las mencionadas marchas. “Cada uno -dijo- cuenta lo que quiere. Por ejemplo, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dijo que había 5000 personas. ¿Cuentan con los dedos? Otros dijeron 50.000 y otros más de 100.000. Lo cierto es que era una enorme multitud y habría que ver si ahora con las nuevas tecnologías y los drones no se puede precisar mejor, hacer un cálculo mucho más exacto. Pero la cuestión es esta: hubo muchísima gente, y, sobre todo con mucho fervor, con gran libertad, con gran alegría y con mucho respeto. Yo no estuve, pero me contaron, vi imágenes y de aquí, de La Plata, fue muchísima gente que volvió, también, exultante”. 

Tras preguntar qué significan estas marchas, monseñor Aguer sostuvo que “significan que el pueblo argentino no come vidrio tan fácilmente. Y algunos gobernantes, pienso especialmente en los legisladores, en aquellos que han presentado proyectos abortistas, creen que la mayoría está a favor del aborto y sacan, cada tanto, alguna estadística como argumento. Algún medio de comunicación, que prefiero no mencionar, publicó una supuesta encuesta que dice que el 80 por ciento de la gente está a favor del aborto. En las Marchas por la Vida hubo una señal, insisto en ello, de que el pueblo argentino no come vidrio”. 

"Una cosa son las élites, especialmente las pseudoilustradas, desgraciadamente muchos jóvenes a quienes en las universidades les masajean el seso, y otra cosa es el pueblo, la gente común, o “Doña Rosa”, como decimos popularmente. Los gobernantes tendrían que atender un poquito a eso”. 

El arzobispo platense consideró que los cristianos no deben callarse, porque no se trata solamente de participar de una marcha cada tanto, sino que se trata de todos los días. Especialmente ahora, cuando nos encontramos en el momento culminante de la cuestión. Así como esa gente que llenó las calles de Buenos Aires el 25 de marzo seguramente participará de otras manifestaciones, esa voz debe dejarse oír continuamente, tiene que seguir sonando. Nuestra propuesta es “sí a la vida, no a la muerte”; en este caso la muerte es el asesinato de un ser humano inocente, de una persona inocente. Hay crueles Herodes todavía y hay mártires inocentes”. 

“Nosotros decimos: basta de mártires, basta de Herodes sobre todo; en nuestras manos está, de alguna manera, que eso no ocurra más. Es preciso proteger a la mujer embarazada y a la vez al fruto de su embarazo. Hagamos cada uno lo que esté de nuestra parte”, concluyó.+ 

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