El peronismo comenzó a moverse para reordenar las piezas post 22 de octubre. La elección parece estar en un segundo plano por el modo en que sus principales dirigentes se muestran en la escena política. En la era de la imagen, foto va, foto viene y mensajes que llegan vía terceros. Un repaso por los principales nombres y que puede pasar con cada uno: 

- Cristina Fernández de Kirchner. Las encuestas que manejan tanto en Casa Rosada como en el equipo de la expresidenta, está abajo de Esteban Bullrich entre 2 y 4 puntos. Será senadora, pero el peronismo no quiere saber nada con su figura. "Si en 2019 soy obstáculo para ganar las elecciones, me excluyo", dijo el 14 de septiembre. Está al tanto de que el problema es su apellido y el núcleo duro de La Cámpora. Años de órdenes sin debate interno provocaron el rencor de buena parte del Justicialismo. Tendrá bloque propio en el recinto. Buscará apuntalar a segundas líneas fieles de cara a la elección presidencial. Lo más importante para negociar: Tiene más votos que ningún otro dirigente opositor.

- Miguel Ángel Pichetto. Al presidente del bloque del PJ en el Senado las urnas le dan la espalda y por eso teje su poder tendiendo puentes y siendo hábil interlocutor entre los dirigentes. Detesta a Cristina y le anticipó que “en el Senado, deberá armarse su propio partido”. Cambiemos lo tiene como aliado para negociar los proyectos más importantes que ingresarán al recinto el próximo año. A pesar de su enfrentamiento con CFK, el miércoles recibió en su despacho a los intendentes Gustavo Menéndez (Merlo), Santiago Magiotti (Navarro) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas). ¿La particularidad? Los tres están dentro del espacio de Cristina, por ahora. Ayer se reunió con la CGT y sentó de su lado diputados y senadores de renombre. 

- Sergio Massa. Los 15 puntos de las PASO lo dejaron en una situación incómoda, aunque no son muchos los dirigentes que se mantienen elección tras elección. Su banca en Diputados se vence el 10 de diciembre y tendrá que contener a su bloque, ya que varios dirigentes abandonarían el espacio, como el joven Facundo Moyano. Massa podría volver a disputar la intendencia de Tigre en 2019 para regresar "a la gestión" que lo destacó antes de dar el salto a nivel nacional. Eso sí, no la tendrá fácil, ya que Cambiemos se instala cada vez más en ese distrito y además Julio Zamora, actual jefe comunal y hoy cerca suyo, tiene vuelo propio. 

- Gobernadores. Buscan instalarse como "la Liga de gobernadores" pero lo cierto es que se desconfían más de la cuenta. El mejor posicionado por el claro triunfo en su provincia es el salteño Juan Manuel Urtubey. Cuando Sergio Casas (La Rioja) estuvo con Pichetto y la CGT, acordaron que se encargarán de las gestiones para que sea un éxito la reunión de todos ni bien se terminen de contar los votos el 22. Buscan armar un interbloque con los massistas y el resto de los peronistas que tengan bancas en la Cámara de Diputados. Eso si, "con La Cámpora, nada". Axel Kicillof y compañía deberán tener su propio espacio 

- Intendentes. El jefe comunal de Merlo, Gustavo Menéndez, se destaca como uno de los líderes de este grupo peronista que se muestra "independiente" de Cristina a pesar de haberle pedido que sea candidata por su necesidad de que alguien les asegure votos en la provincia. El de Merlo nunca cerró las negociaciones con Massa y Randazzo. El miércoles llamó la atención al reunirse con Pichetto. Lo acompañó Nardini, quien subió la foto a las redes sociales. Sin embargo, ambos recibirán a CFK en los próximos días. La expresidenta estará en Malvinas el domingo y el martes en Merlo. Al grupo se suma Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) que esta semana se mostró en un acto de gestión con el presidente Mauricio Macri y a los pocos días estuvo con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti (Cambiemos). ¿Tiende puentes con el PRO? "Hablan más de lo que se cree", dijo a Perfil un dirigente oficialista del distrito. 

- Florencio Randazzo. Es una de las mayores incógnitas. Se cortó por su cuenta en esta elección a sabiendas que no podría competir con Cristina. Esperaba llegar al 10% en las PASO y debió conformarse con 5,9%. Resistió las presiones sobre sus dirigentes que fueron tentados por el kirchnerismo. Si bien no será senador, tendrá diputados, como Abal Medina, de su lado.