Los divorciados vueltos a casar, eje de un esperado anuncio del Papa

Los divorciados vueltos a casar, eje de un esperado anuncio del Papa

Vaticano. Dará a conocer en estos días sus decisiones tras los Sínodos sobre la familia. Este fue un tema clave.

Es un voluminoso documento de 200 páginas con 323 puntos: la Exhortación Apostólica del Papa Francisco que anuncia sus decisiones finales tras los dos Sínodos sobre la Familia de 2014 y 2015. Hay mucho para leer, pero el texto recién se conocerá en los próximos días, con un único tema que divide profundamente a las cumbres de la Iglesia, de obispos para arriba: si los católicos que se divorciaron y volvieron a casar por rito civil podrán o no confesarse y recibir la comunión. Actualmente están excluidos de varios sacramentos.

Los dos Sínodos fueron tormentosos en esta cuestión y recién en el segundo, en octubre del año pasado, la línea aperturista de Jorge Bergoglio obtuvo el voto de los dos tercios de los padres sinodales reunidos en el Vaticano.

En las demás cuestiones no hubo ni el más mínimo cambio. El tema de los homosexuales, que había agitado la primera parte del Sínodo de octubre de 2014 rebotó contra la cerrada intransigencia de conservadores, ortodoxos y tradicionalistas, con una aguerrida patrulla de cardenales que dijo “no” a cualquier cambio. Un año después, el segundo Sínodo, que debe demostrar cómo la Iglesia avanza hacia el mundo que cambia y sobre todo hacia una descentralización que da más poder de decisión a los obispos por delegación del Papa, se concentró en el tema de los divorciados vueltos a casar.

El dilema parece claro. Según el guardián de la doctrina católica, el cardenal alemán Gerhard Mueller, prefecto para la Doctrina de la Fe, que fue antes el Santo Oficio y siglos más atrás la Inquisición, la Iglesia no puede cambiar la voluntad divina. El matrimonio es indisoluble por voluntad de Cristo, que dijo: “Lo que Dios ha unido el hombre no puede separar”.

El cardenal Mueller defendió en los Sínodos las tesis tradicionalistas. Ahora se anuncia la aparición en librerías de varios países de un libro-entrevista al purpurado alemán llamado “Informe sobre la esperanza”. Son 150 páginas que contienen todas las vallas a los intentos de cambio.

Los trascendidos refuerzan los pronósticos de que Bergoglio busca evitar las roturas con una síntesis conciliadora entre “rigoristas y progresistas” en nombre de la misericordia, que es el tema del año jubilar que concluirá el 8 de noviembre. El objetivo es “integrar en la vida de la Iglesia” a las familias heridas, las familias de los vueltos a casar. Esto, ya el Papa lo dijo más de una vez. Pero integrar no significa “hacer la comunión”, porque “no se trata de un premio sino de un camino, de un trabajo de integración” y todas las puertas “están abiertas”.

En su charla con los periodistas en el avión papal al regreso del viaje a México, Bergoglio recordó que una pareja le dijo en Tuxtla: “Nosotros no hacemos la comunión eucarística, la hacemos en las visitas al hospital, en el servicio”. El Papa agregó que “su integración quedó ahí, si hay algo más lo dirá el Señor, pero...es un camino”.

Red Social. El Papa Francisco lanzó ayer su cuenta en Insagram, para compartir sus fotos y mensajes apostólicos. /EFE

Se supone que la Exhortación Apostólica que se conocerá en unos días enfocará mejor el papel que cumplirán los obispos, a quienes el Papa delegaría “el camino del discernimiento”. Este aumento de las responsabilidades pastorales de las iglesias locales luce muy importante, porque deja en manos episcopales el manejo de los carbones ardientes.

La mayoría de los obispos alemanes quiere esta facultad descentralizadora para hacer marchar a los católicos vueltos casar por un camino penitencial que al final les permitiría recibir la comunión.

Los obispos tradicionalistas pondrían al final una valla. Mueller recordó que en la exhortación Familiaris Consortio se establece que los divorciados vueltos a casar pueden recuperar el sacramento de la comunión si aceptan sinceramente vivir “como hermanos y hermanas” con sus parejas.

A su vez, el cardenal alemán Walter Kasper, teólogo muy cercano al Papa, dijo en una charla que la Exhortación Apostólica de Francisco devolverá a los divorciados vueltos a casar “a la vida activa en la comunidad católica” Y que esto “será el primer paso de una reforma que hará dar vuelta la página a la Iglesia después de 1700 años”.

Esta anticipación es interpretada por los vaticanistas como “la puerta abierta” de las excepciones al rígido panorama actual, que Francisco abre en un tema que seguirá dividiendo a la Iglesia, culpablemente demorada en adaptarse a los cambios que la sociedad ya vive desde hace mucho tiempo.

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