Luego de la firma del histórico acuerdo para la designación de obispos, a fines de septiembre, el Vaticano y China darán la semana próxima otro paso de acercamiento con la "diplomacia del arte", un concierto lírico en la residencia papal de verano de Castelgandolfo.

Con el título "Mater: beauty unite us", el lírico italiano Cristian Ricci celebrará "el poder unificante del arte y la belleza" desde a las 18 del próximo jueves 24 de octubre con un concierto auspiciado por el gigante textil chino Hengyaunxiang.

Mientras se espera la confirmación de la llegada a la Ciudad Prohibida de Beijing de una muestra de objetos de arte oriental propiedad de Museos Vaticanos, estel concierto aparece como "un paso más" en el encuentro de los dos países, según las autoridades vaticanas.

El concierto será el primer paso concreto de colaboración luego del acuerdo firmado el 22 de septiembre que puso fin a más de 50 años de disputas sobre la designación de obispos y estableció un mecanismo común entre Roma y Beijing para eliminar el "doble comando" en la Iglesia local.

Hengyaunxiang es "una importante empresa estatal basada en Shanghai, que ha hecho de sponsor en varios eventos deportivos y culturales", precisó otra fuente al corriente de los diálogos.

Además, el concierto aparece como un nuevo acercamiento, especialmente tras la histórica participación de dos obispos chinos en las primeras dos semanas del Sínodo dedicado a la juventud, por primera vez en la historia.

Los obispos incluso invitaron al Papa Francisco a visitar su país, lo que podría convertir al pontífice argentino en el primero en pisar el suelo chino, donde se estima que viven unos 7 millones de católicos.

El año pasado, al anunciar la exposición doble en la Ciudad Prohibida y en los Museos Vaticanos, la directora Barbara Jatta había confirmado que la doble muestra tendrá dos nombres diferentes: en China "Exposición Chino-Vaticana Contemporánea" y en el Vaticano "La belleza nos une", el lema elegido para el próximo jueves.

En 2016, los museos habían inaugurado la apertura de la residencia de Castelgandolfo con un concierto de un grupo de la Guangzhou Opera House.

En ese entonces, la ejecución de nueve piezas musicales chinas fue destacada por el Vaticano como un paso dentro "del rol del arte como embajadora para la creación de un gran puente cultural entre Beijing y Roma".

De hecho, el director del grupo, Cui Zimo, residió los días previos en la casa Santa Marta, donde tuvo oportunidad de saludar al Papa Francisco y hablar con el pontífice sobre "el inicio de un camino de encuentros" entre ambos Estados.