El 10 de diciembre del 2017, cuando se produzca el recambio legislativo tanto en la Cámara de Diputados como en el   Senado de la provincia de Buenos Aires, el acuerdo de “gobernabilidad” que selló la gobernadora María Eugenia Vidal con el –hasta ese día- diputado nacional y líder del Frente Renovador, Sergio Tomás Massa, caducará. 

¿Habrá posibilidades de renovarlo? Sí. Depende, fundamentalmente, del resultado de las elecciones y de cómo queden compuestas ambas cámaras. Cambiemos avizora un futuro más próspero, que se traduce en más bancas. Si las PASO fueran el termómetro y dándose un resultado similar, el oficialismo podría quedar con 44 de 92 escaños en Diputados y 25 de 46 en el Senado. Ese lugar le permitiría mayor autonomía y negociaciones más individuales y pequeñas. 

En lo que resta de las sesiones, el acuerdo seguirá, aunque puertas adentro del bloque del Frente Renovador las visiones son dispares. La dispersión massista quedó evidenciada, también, en la última sesión, cuando el bloque votó dividido una ley que regulaba los honorarios de los abogados. 

Cambiemos, por su parte, reconoce que con Massa el diálogo está cortado. “Hace rato que no hay más comunicación con Tigre; acá todavía mantenemos diálogo con –el vicepresidente de la Cámara- Ramiro Gutiérrez, pero desde calle 6 -Gobernación- no hay señales y tampoco de allá para acá”, resumió un diputado del bloque Cambiemos ante la consulta de este medio.

Hay algunas señales que indican que la sintonía que supo haber desde que Vidal asumió la gobernación ya no es tal. El último indicio es la traba en el Senado a la adhesión de la Provincia a la ley de ART. El proyecto fue votado en Diputados e ingresado en el sobre tablas de esa sesión, en el mes de mayo, por el diputado massista Rubén Ledesma. Sin embargo, cuando la iniciativa llegó a la Cámara alta, el proyecto se estancó. 

Este miércoles, como contó Letra P, ya se hizo público el malestar del Ejecutivo bonaerense por la demora de esa norma que hasta el presidente Mauricio Macriconsidera vital. Fue el ministro de Producción provincial, Javier Tizado, quien fustigó que “la ley fue aprobada nacionalmente por el mismo partido que ahora no la quiere aprobar a nivel provincial. Eso para nosotros es inentendible”. 

La alidada y compañera de fórmula de Massa, Margarita Stolbizer, también dio algunas señales sobre el acuerdo. Dijo que “la gobernadora no habría podido gobernar durante el primer año y medio si no hubiera sido porque nuestras fuerzas políticas la acompañaron cada vez que nos pidió alguna norma y de la misma manera el Gobierno nacional”.

Una de las versiones periodísticas que esta semana empezó a correr es que se eliminaría la doble firma en la presidencia de la Cámara baja bonaerense. Según publica La Política On Line, es decisión de Vidal terminar con este mecanismo que le da poder y caja a la vicepresidencia, hoy en manos del massismo. Esa determinación afectaría sensiblemente el acuerdo. 

“Durante dos años le hemos brindado gobernabilidad a la Gobernadora sin un contrato mediante ni toma y daca; en este tiempo no hubo problemas en aprobar las principales leyes que necesitaron como el Presupuesto, las emergencias en seguridad y administrativa y todas las leyes necesarias para gobernar bien las tuvieron. Si ahora ellos deciden tomar otro camino que les permita lo mismo porque ya no les somos necesarios, allá ellos; como buenos peronistas que somos, sabemos lo que debemos hacer, y siempre podrán contar con nosotros para todo aquello que beneficie a los bonaerenses”, le dijo un diputado del Frente Renovador a Letra P. 

Otro diputado de Cambiemos anticipó que hasta la votación del Presupuesto 2018 el acuerdo seguirá. Y agregó que el massismo desea tratar la llamada ley de leyes antes del recambio de legisladores. Eso le garantizará, al menos, lugares en la mesa de negociación, tal como ocurrió en los anteriores presupuestos. Es que con los resultados electorales de agosto y la proyección de la polarización para octubre es casi un hecho que 1País tendrá menos bancas a partir del 10 de diciembre. 

De darse este escenario, en Cambiemos imaginan negociaciones menores, con unibloques que podrían nacer de legisladores peronistas desencantados con Unidad Ciudadana o con el Frente Renovador. Es una jugada arriesgada. Por eso, en este contexto, un diputado opositor soltó: “No hay suicidas en la Cámara”.