“Diálogo es ponerse en la piel del otro. Seamos siempre testigos”

“Diálogo es ponerse en la piel del otro. Seamos siempre testigos”

Mensaje del Papa en el Meeting de Rímini firmado por Parolin: "Frente a las amenazas a la paz y a la seguridad de los pueblos, ¿quién puede creer de salvarse sólo y con sus propias fuerzas?"

IACOPO SCARAMUZZI

"Existe una palabra que no debemos nunca cansarnos de repetir y sobre todo de testimoniar: diálogo". Lo afirma el Papa en un mensaje, firmado por el cardinal Pietro Parolin, enviado al arzobispo de Rimini, Francesco Lambiasi, con ocasión del Meeting por la amistad entre los pueblos de Comunión y Liberación que comenzó ayer en Rímini bajo el tema "Tu eres un bien para mí". Un verdadero encuentro, subraya Francisco, "implica la claridad de la propia identidad, pero al mismo tiempo la disponibilidad de ponerse en el lugar del otro para tomar, más allá de la superficie,  lo que mueve su corazón, lo que busca verdaderamente". Y "frente a la amenaza a la paz y a la seguridad de los pueblos y de las naciones" que caracteriza el "cambio de época" de este momento histórico "¿quién puede pensar en salvarse sólo con sus propias fuerzas?", se pregunta el Pontífice.

La 37 edición del encuentro del Meeting de Rímini, "Tu eres un bien para mí", "es valiente", escribe el secretario de Estado vaticano en nombre del Pontífice. "De hecho, se necesita coraje para afirmar esto mientras tantos aspectos de la realidad que nos rodea parecen llevarnos en el sentido contrario. Demasiadas veces se cede a la tentación de cerrarse en el horizonte estrecho de los propios intereses, de modo que los otros se convierten en algo superfluo o, peor aún, un fastidio, un obstáculo". Pero esto, subraya el mensaje papal, "no está de acuerdo con nuestra naturaleza: desde que somos niños descubrimos la belleza de la unión entre los seres humanos, aprendemos a encontrar al otro, reconociéndolo y respetándolo como interlocutor y como hermano, porque es hijo de un Padre común que está en los cielos" mientras "el individualismo aleja a las personas, destaca solamente los límites y los defectos, debilitando el deseo y la capacidad de una convivencia en la que cada uno de nosotros puede ser libre y feliz en compañía de los demás con la riqueza de la diversidad".

En especial, "frente a las amenazas de la paz y de la seguridad de los pueblos y de las naciones, estamos llamados a tomar conciencia de que para empezar una inseguridad existencial que nos hace tener miedo del otro, como si fuera un antagonista que nos quita nuestro espacio vital y va más allá de los límites que nos hemos construido", afirma el Papa. "Frente al cambio de época en el que estamos involucrados ¿quién puede pensar en salvarse sólo con sus propias fuerzas? Es la base que está en el orígen de cada conflicto entre los hombres".

El cristiano "cultiva siempre un pensamiento abierto hacia el otro, quien quiera que sea, porque no considera ninguna persona como perdida definitivamente", prosigue el Papa, que cita las figuras evangélicas del hijo pródigo e "incluso Judas -subraya-- mientras lo entregaba a sus adversarios, ha oído como Jesús lo llamaba "amigo". Existe una palabra -prosigue Francisco-- que no debemos nunca cansarnos de repetir y sobre todo de testimoniar: diálogo. Descubriremos que abrirnos a los otros no empobrece nuestra mirada, sino que nos hace más ricos porque nos hace reconocer la verdad del otro, la importancia de su experiencia y de lo que dice, incluso cuando esconde comportamientos o elecciones que no compartimos. Un verdadero encuentro implica claridad de la propia identidad pero al mismo tiempo disponibilid de ponerse en el lugar del otro para entender, más allá de la superficie, lo que mueve su corazón, lo que busca de verdad. De este modo puede iniciar aquel diálogo que hace avanzar en el camino hacia nuevas síntesis que enriquecen el uno con el otro. Este es el desafío al cual se enfrentan todos los hombres de buena voluntad".

"Tantos conflictos de los que a menudo nos sentimos testigos impotentes -afirma el Papa-- son, en realidad, una invitación misteriosa a reencontrar los fundamentos de la comunión entre los hombres para un nuevo inicio. Frente a todo esto, nosotros discípulos de Jesús, ¿cómo podemos contribuir?". Parolin cita un pasaje del discurso pronunciado por el Papa durante la entrega del 'Premio Carlo Magno" para subrayar que "el anuncio del Evangelio, que hoy más que nunca se traduce sobre todo en conocer las heridas del hombre, llevando la presencia fuerte y simple de Jesús, su misericordia de consuelo y de ánimo" para subrayar que el Papa "anima a los participantes al Meeting a poner atención al testimonio creativo personal, siendo conscientes que lo que atrae, lo que conquista y disuelve las cadenas no es la fuerza de los instrumentos sino la suavidad tenaz del amor misericordioso del Padre, que cada uno puede dibujar de la fuente de gracia que Dios ofrece en los Sacramentos, especialmente en la Eucaristía y la Penitencia, para después donarlo a los hermanos". El mensaje papal se concluye con una cita del libro 'Generar rastros en la historia del mundo' en el cual don Luigi Giussani afirmaba: "La mirada cristiana vibra de una avalncha que lo hace capaz de exaltar todo el bien que hay en todo lo que se encuentra, en tanto que lo hace partícipe de aquel diseño cuya actuación será llevada a cabo en la eternidad y que en Cristo se ha revelado".

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