El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sostuvo hoy que el tradicional Tedeum a celebrarse el lunes en la Basílica de Lujan en ocasión del 205 aniversario de la Revolución de Mayo "es el cierre de un enorme círculo de tareas y responsabilidad del gobierno nacional en la restauración de ese santuario emblemático".

En su habitual encuentro con periodistas al ingresar a la Casa de Gobierno, recordó que las obras se iniciaron con la licitación número uno de 2003 y se terminan en 2015 con la restauración integral del templo, naves laterales y deambulatorio; el altar mayor y los altares laterales, el camarín de la Virgen, arañas, cripta, la casa parroquial y otros edificios complementarios. El oficio religioso se llevará a cabo a partir de las 11 por el arzobispo de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, y previamente la jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner, realizará una recorrida a través de las obras de restauración de la Basílica, que es monumento nacional.

Para el jefe de Gabinete, para "los que no profesan la fe cristiana no se comprende mucho la cosa, que tiene todo el derecho de hacerlo, y para aquellos que sí lo hacemos, tiene una importancia superlativa en la Basílica de Luján; tiene un valor accesorio".

Recordó luego que los primeros representantes del Vaticano que arribaron a nuestro país fueron encabezados por monseñor Giovanni Muzi y que "estaba acompañado por el jovén Giovanni María Mastai Ferretti, que tras dejar nuestro país hizo una carrera brillante en la Iglesia y llegó a ser en 1845 Pío Nono, el duocentésimo quincuagésimo quinto PAPA de la Iglesia Católica y su pontificado fue de 31 años y medio". Subrayó que "cada vez que un argentino viajaba a Roma para hablar con Pío Nono, la primera pregunta era cómo estaba Luján. Festejamos la importancia y como sella en el corazón de los hombres este tipo de cosas y es más que importante que se haga el Tedeum en Luján, tiene hasta una importancia histórica para los que profesamos la fe cristiana".