Desde la Iglesia se siguen escuchando voces que aclaran que la reconciliación que impulsan los obispos “no significa impunidad”. Este miércoles se sumó el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor José María Arancedo, quien a la vez sumó una recomendación: “No quedarnos atados al pasado” porque “la historia continúa y estamos llamados a ser protagonistas del futuro con los corazones limpios”. 

“En primer lugar tenemos que reconciliarnos con nosotros mismos. Tenemos que dejar atrás todo lo que nos incide. Hay que ver el pasado con verdad, con justicia y con reparación, pero no quedarnos atados a él”, dijo Arancedo, quien es arzobispo de Santa Fe, en declaraciones a una radio santafesina reproducidas por la agencia AICA. Pero subrayó: “La reconciliación no significa impunidad”.

En tanto el rector de la UCA, el arzobispo Víctor Manuel Fernández, muy cercano al actual pontífice, recordó la posición del Papa en este aspecto. “Francisco ya habló varias veces sobre temas relacionados con la dictadura. Siempre insiste en que aquí no se trata de pedir impunidad, que especialmente en estos delitos de lesa humanidad hay que aplicar la ley sin atenuantes” dijo al diario La Nación. Fernández fue, además, muy crítico del fallo de la Corte que convalidó el beneficio del dos por uno para los condenados por delitos de lesa humanidad. “Me pareció no sólo inoportuno, sino inconveniente. No creo –agregó- que aporte algo bueno a la sociedad y me cuesta comprender los motivos de semejante decisión”.

Finalmente, el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, cuestionó la ley del dos por uno. “Más allá de cuestiones técnicas del instrumento legal, no me gusta la ley del dos por uno, no solo para los delitos de lesa humanidad. En general no me gusta para ningún delito y mucho menos para los delitos graves".