«Hay que dejar de comprar el petróleo del EI y de venderles armas»

«Hay que dejar de comprar el petróleo del EI y de venderles armas»

Entrevista con el obispo Maroun Elías Nimeh Lahham, vicario patriarcal para Jordania. El drama de los prófugos, que han duplicado la población del país. «Europa se concentra en sí misma y quiere aplicar sus criterios a todo el mundo. Esto es muy equivocado»

Por ANDREA TORNIELLI - ENVIADO A ROVIGO

¿Cómo detener al EI? Hay que dejar de comprar su petróleo a bajo precio. Hay también que dejar de venderles armas. Mons. Maroun Elías Nimeh Lahham, que fue arzobispo de Túnez y ahora es vicario patriarcal para Jordania, se encuentra en la ciudad italiana de Rovigo para participar en una mesa redonda sobre la misericordia en el ámbito del Festival Bíblico. En esta entrevista con Vatican Insider narra el drama de los prófugos en Jordania, que han duplicado la población del país. Y explica por qué es un fracaso la idea de «exportar la democracia».

¿Cuál es la situación de los prófugos en Jordania?

Jordania, país de seis millones de habitantes, acoge tres millones de prófugos: quiere decir el 50% de su población. Esto se debe antes que nada a su hospitalidad, que es un valor de la cultura árabe, y luego está el hecho de que estos prófugos provienen de Irak y Siria, es decir de dos países vecinos. Ahora esperemos que esta situación no se vuelva como la de los prófugos palestinos hace sesenta asó. Porque Jordania no puede soportar números como estos.

¿Cómo viven estas personas? ¿Qué hace la Iglesia allá?

Depende. Para los sirios hay una colaboración muy estrecha entre el gobierno jordano y la Cáritas jordana. Una pequeña parte de sirios vive en los campos para refugiados. Hay tres. El más importante es el de Zaatari: en cierto momento llegaron a ser 140 mil personas, pero ahora han disminuido porque, poco a poco, están volviendo a sus localidades que han sido liberadas. Y también viven en las ciudades de Jordania, con una situación que nunca se había dado antes. Pongo un ejemplo: Mafraq, una ciudad en el norte del país, tiene 50 mil habitantes y 70 mil prófugos sirios. Una transformación total, y uno que otro problema. En cambio, para los iraquíes, hay que hacer una distinción. Jordania ha tenido cuatro oleadas de prófugos de Irak: 1991, 1993, 2003, 20014. La última es la que se dio poco después de la caída de Mosul y de la Llanura de Nínive. Todos ellos son cristianos, católicos. Y ahí, creo que el gobierno solo les ha permitido ir al país, incluso sin pasaportes, porque habían perdido todo. Y luego se los encomendó a la Cáritas, que se ocupa de todo: comida, casa, medicinas, educación. Últimamente, la Conferencia Episcopal de Italia (CEI) ha adoptado un proyecto de escolarización para unos 1500 chicos, que cuesta algo así como un millón y medio de euros al año. La CEI lo adoptó por dos años. Esperemos que dentro de dos años los iraquíes hayan vuelto a su país y que Jordania vuelva a tener una vida más normal.

¿Y quieren volver a sus países?

Los sirios más que los iraquíes. Porque los primeros tienen todavía sus terrenos y sus casas. Los iraquíes llegaron desde Mosul y de la Llanura de Nínive, y dicen que no quieren regresar aunque el país haya sido pacificado. Afirman que sus vecinos musulmanes les robaron después de que se fueron. Yo creo que lo dicen porque tienen ante sí una tercera opción, la de mudarse a Estados Unidos o Canadá. Cuando vean que las opciones solo son dos (volver a su país pacificado o quedarse en Jordania sin derecho a un trabajo), creo que algunos regresarán. Es más, leí que algunos iraquíes cristianos que habían logrado llegar a Europa se regresaron a Irak porque no lograron adaptarse.

¿Qué se puede hacer para detener al EI?

Esta es una guerra mundial a pedazos, como dice el Papa. La guerra no está solo en Siria y no es solo por Siria. Hay muchas partes involucradas: Estados Unidos, Rusia, Europa, Turquía, Arabia Saudita, Qatar. Hay una hipocresía gigantesca por parte de los occidentales, sobre todo de los estadounidenses, que compran el petróleo de Daesh, del Estado Islámico, a precios muy bajos. Daesh se ha adueñado de los pozos de petróleo y lo vende a precios muy convenientes con tal de tener dinero. Pero hay más: compran petróleo y les venden armas. Si no cerramos estos flujos…

El Papa, cuando se refiere a la guerra y al terrorismo, siempre habla sobre el tráfico de armas. ¿Quién se las da al EI?

¡Pero claro! Durante su visita a Jordania, en el sitio del Bautismo, dijo que los que venden armas son criminales. ¡Y lo son!

En la entrevista con «La Croix», el Papa dijo que también el Occidente debe replantear mucho sus políticas, por ejemplo al «exportar la democracia»…

El ejemplo más claro es el de Irak. Cuando acababan de llegar los estadounidenses, deshicieron el ejército iraquí, y desde aquel día Irak ya no ha vuelto a ser un país: ha vuelto a dimensiones apocalípticas. La democracia no se exporta, la democracia no se da; la democracia se alcanza, paso a paso. El Occidente solamente ha conocido una forma de democracia. Y no quiere decir que la democracia europea u occidental sea la que debe ser aplicada en China o en el Medio Oriente. Papa Francisco siempre habla de la Iglesia que no debe concentrarse en sí misma. Me parece que Europa es así: quiere aplicar sus criterios a todo el mundo, y esto es muy equivocado, tanto social como políticamente.

Nosotros, en Europa, vivimos un periodo en el que a menudo, debido a los hechos que se verifican, solemos simplificar mucho. ¿Cómo se vive la relación con el islam su región?

En nuestras tierras, la relación con el islam es muy diferente de la que existe en el Occidente. Por un motivo muy simple: en nuestras tierras el Islam es mayoría; nosotros somos el 3% de la población, por lo que debemos hacer concesiones. Cuando el Islam es mayoritario no se pone en discusión. Pero en Europa el Islam siempre será minoritario, es inútil pensar que Europa será musulmana. Es un miedo sin fundamento. El Islam, en Europa, debería forjarse una jurisprudencia hecha para un Islam minoritario. Hasta ahora la jurisprudencia musulmana está hecha para un Islam que comanda, y los demás se deben someter. Nuestras relaciones, en el diálogo de la vida normal, de estudios, de intelectuales, son óptimas. Pero todo esto se detiene ante el matrimonio: cuando se llega a este punto, el cristiano dice yo soy cristiano, y el musulmán dice yo soy musulmán. Y esto es aceptado por ambas partes, aunque haya algunos que transgredan esta situación de «statu quo», el 99% de los matrimonios mixtos entre cristianos y musulmanes fracasan. El concepto de matrimonio no es el mismo, el papel de la mujer, de los hijos, no son lo mismo.

¿Existe un único islam o hay muchos?

Existen muchos modelos de musulmanes. El Islam es como el cristianismo, es uno solo. Depende de cómo lo vivas, de cuáles versículos de El Corán tomes. De hecho, los problemas no son entre las religiones, sino entre la gente que cree en estas religiones. Existen cristianos fanáticos, hebreos, musulmanes. Es cierto que la proporción de los musulmanes fanáticos es mayor con respecto a la de los cristianos, incluso porque la matriz del Evangelio es el amor y la paz.

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