Por Rubén Guillemí 

ASUNCIÓN.- "¿Dónde están todos los argentinos que iban a venir por la visita papal?", preguntó a LA NACION Mabel Benítez Domínguez, que tiene un negocio de venta de ñandutí y productos paraguayos en la popular feria artesanal de Plaza Libertad, en el centro de Asunción.

"Todos decían que iban a viajar más de un millón de argentinos, y yo invertí bastante dinero, especialmente para comprar artículos de cuero. Pero ni siquiera recuperé la inversión", se quejó Benítez. "Los pocos argentinos que llegaron dijeron que el cambio no les convenía y que encontraban las cosas muy caras."

En la misma línea se expresó Arminda Careaga, presidenta de la Asociación de Artesanos de Asunción, que una vez por mes instala sus puestos en la Plaza Oleari. "Fue un fin de semana casi normal. No hubo grandes cambios en las ventas". Sobre la mesa de su local se apilaban ayer montones de vasos con la cara del papa Francisco y la inscripción en guaraní "Bienvenido al Paraguay", a unos cuatro dólares.

De acuerdo con las cálculos que originariamente brindó el Episcopado paraguayo, tanto las autoridades locales como las argentinas comenzaron a manejarse hace algunas semanas con la cifra estimativa de un millón de visitantes argentinos con motivo de la viaje de Francisco. Y a partir de allí se puso en marcha un formidable operativo de modernización del cruce de la frontera.

Las autoridades migratorias argentinas informaron que en los últimos días 154.098 personas cruzaron la frontera hacia Paraguay.

"Afortunadamente el operativo nos quedó grande", dijo a LA NACION el director general de Migraciones paraguayo, Jorge Kronawetter.

"Aunque la cifra no fue la esperada, de todas formas fue el mayor cruce de fronteras en la historia de nuestros dos países. Y todo se pudo hacer sin inconvenientes", explicó el funcionario. "Imagínese que el año pasado nos vimos desbordados cuando San Lorenzo jugó la final de la Copa Libertadores y cruzaron apenas 10.000 personas. Así que si no hubiéramos modernizado el sistema de controles habría sido un desastre."

Kronawetter atribuyó la enorme diferencia entre las estimaciones y la realidad a que precisamente la información sobre un eventual colapso de la frontera "puede haber desalentado a algunos visitantes ", y también a que el pronóstico meteorológico anunció lluvias durante la visita papal.

La ministra de Turismo paraguaya, Marcela Bacigalupo, estimó "entre el 80 y el 100% la ocupación del total de 12.000 camas en Asunción y alrededores".

Pero no sólo las estimaciones sobre la llegada de extranjeros resultaron desproporcionadas, sino también la asistencia de los paraguayos a los diferentes eventos que protagonizó el Papa. Las tomas aéreas mostraron grandes espacios vacíos entre la multitud, tanto en la misa de Caacupé como en los actos de Asunción.

Donde los resultados superaron las previsiones fue en la audiencia televisiva. La cadena Telefuturo, por ejemplo, puso en marcha 42 horas de programación por la visita. "Nuestro promedio de rating fue de 17 puntos, con picos de hasta 28 en los horarios de las misas", explicó Gustavo Vallejos, jefe de programación. "Si tenemos en cuenta que en los partidos de la Libertadores llegamos a 25 puntos, fue todo un éxito", dijo.

LAS CIFRAS DE LA VISITA A ASUNCIÓN

154.098

Argentinos

Cruzaron a Paraguay por todos los puestos fronterizos del país la semana pasada, según las autoridades

75%

De argentinos

Del total de visitantes a Paraguay durante los días de la gira, 75% fueron argentinos; 10%, brasileños, y en menor medida paraguayos residentes en el exterior

80 a 100%

Ocupación hotelera

De las 12.000 camas disponibles en Asunción, hubo una alta ocupación

EL PERFIL POLÍTICO, DESTACADO POR LA PRENSA MUNDIAL

The New York Times (Estados Unidos)

Después de haber regresado a su tierra natal, América latina, Francisco renovó sus críticas izquierdistas sobre las desigualdades del capitalismo, describiéndolo como una causa subyacente de la injusticia global y la causa principal del cambio climático. El Pontífice intensificó esa línea la semana pasada, cuando hizo una disculpa histórica por los crímenes de la Iglesia Católica durante el período del colonialismo español, al tiempo que llamó a un movimiento global contra un "nuevo colonialismo" enraizado en un orden económico inequitativo. El papa argentino parecía estar pidiendo una revolución social

The Economist (Gran Bretaña)

Si uno puede aplicar el término a un prelado de 78 años, que ha convertido la falta de ostentación en un arte, entonces Francisco es una estrella de rock. La gira más larga de su papado puede hacer más que subrayar la popularidad de Jorge Bergoglio en su región. Le puede añadir definición política a su papado. Dos de los anfitriones del Papa, Rafael Correa y Evo Morales, son aliados del régimen autoritario de Venezuela. Correa, que se hace llamar un "izquierdista cristiano", dijo públicamente que el Papa apoya sus políticas. En un velado reproche a su anfitrión, el Papa hizo hincapié en el valor del pluralismo y advirtió contra "dictaduras, culto a la personalidad y el afán de liderazgos individuales"

The Guardian (Gran Bretaña)

Activistas contra el capitalismo, la guerra y el petróleo que cuestionan el orden mundial por lo general no logran demasiada atención dentro de los salones del Congreso norteamericano, donde la mayoría de los legisladores tiene poca paciencia para visiones demasiado alejadas de las corrientes convencionales. Habrá que hacer una excepción en septiembre. Cuando el papa argentino llegue a Washington, su mensaje será tan polémico y radical como el de cualquier manifestante que pide el cambio. Francisco tendrá una audiencia cautiva cuando se dirija al Congreso el 24 de septiembre, y su discurso será amplificado en todo el país. Incluso será mostrado en pantallas gigantes en el National Mall, frente al Capitolio.