La reducción de 16 a 14 años en la edad de imputabilidad generó reacciones en todos los sectores políticos y sociales, tanto del país como en esta provincia. En sintonía con el pedido de la Iglesia de no convertir a los jóvenes infractores a la ley penal en “enemigos sociales”, el padre Miguel Pessuto expresó a La Mañana su opinión al respecto. “La ley debería agarrar a los padres y hacerles pagar a ellos los desarreglos de sus hijos”, impulsó.

Si bien el Gobierno afirmó que quiere tratar la reforma del Régimen Penal Juvenil en 2018, el debate ya comenzó y los distintos sectores políticos se expresaron a favor y en contra de la posibilidad de bajar la edad de imputabilidad de 16 a 14 años, aunque coincidieron en que existe la necesidad de reformular la normativa que rige desde 1980.

La modificación del régimen también genera diferencias entre los dirigentes de un mismo partido, mientras la Iglesia ya aclaró que está en contra de llevar la edad de imputabilidad a los 14 y reclamó no convertir a los jóvenes en “enemigos sociales”.

Conflictos 

Con respecto a la medida de reducción de la edad de imputabilidad, el cura opinó: “A mí me parece que 14 años son muy jovencitos, ya jovencitos son a los 16 años. A mí me parece que hasta los 18 y 20 años la ley tendría que agarrar a los padres y hacerles pagar a ellos los desarreglos de los hijos. Por ejemplo, si un menor viene y rompe un vidrio, que venga tu papá a reponer el vidrio. El menor primero que no es capaz y segundo que son demasiado jóvenes para criminalizarlos”.

Violencia

La realidad con la que se encuentra cara a cara el padre Pessuto en torno a la función religiosa que cumple en el Circuito Cinco le mostró que “lastimosamente estamos en una sociedad violenta y quien hace violencia que no se ofenda, y esto también va para los medios de comunicación”.

El cura contó que la violencia y los menores son un tema que hace tiempo lo tiene preocupado. “Me está dando vueltas en la cabeza, la agresividad en los delitos que cometen los jóvenes, no he llegado todavía a una solución parcial; para mí es ‘agarrar a los padres’. Nosotros siempre solemos realizar encuentros con los padres, la mayoría madres, pero algún que otro padre también asiste; he visto que los temas de familia son temas que interesan mucho y son necesarios. Es por eso que estoy hablando a los laicos para que en este mes de enero, porque ellos no están de vacaciones, para que vayan pensando qué vamos a hacer este año en cuanto a acción de la Iglesia en torno a este problema, hay que fortalecer a la familia”. 

Padres

Pessuto fue contundente al opinar que “todo pasa por los padres”. “Mi interés es más para los jóvenes, hay que protegerlos desde la niñez y enseñarles buenos valores. Así opino yo, quizás porque ya soy viejo, los niños me gritan ‘paí abuelo’; son cariñosos los niños, son inocentes. Estoy en la categoría de los viejos pero cuando me toca estar con los chicos, ellos contagian su energía. No se imaginan la sensibilidad que tienen los niños de 10 y 12 años cerca de la verdad, en lo primero que se acusan es que ‘he mentido, he mentido a mamá, papá, abuelo’, y hacen todo el resumen cuando no es estrictamente necesario y también manifiestan ese amor a la justicia. ¡Cómo sufren y cómo intuyen cuando su papá o su mamá tratan a un hermano mejor que a él! O en la escuela cuando el docente tiene privilegios para algunos. Porque son valores divinos, la verdad, la justicia, el amor, la solidaridad y la fe, valores que es necesario que fortalezcan los padres para cambiar la sociedad”, finalizó el religioso.