Cumbre entre las Coreas; el jesuita Seil Oh: “tenemos esperanzas en el desarme y en la reunificación”

Cumbre entre las Coreas; el jesuita Seil Oh: “tenemos esperanzas en el desarme y en la reunificación”

El director del departamento de sociología de la Universidad Sigang de Seul: mañana vuelve el diálogo para sentar las bases de un tratado de paz esperado desde hace 65 años

Hay muchas y muy concretas esperanzas: sentar las bases para una tratado de paz que se espera desde hace 65 años, poner en marcha la desnuclearización de la península, volver a impulsar la cooperación social y cultural. Para volver a comenzar a utilizar palabras como “reconciliación” y “reunificación”. Es lo que indicó en na entrevista con Vatican Insider el jesuita Seil Oh, director del departamento de sociología en la Universidad Sogang de Seul, fundada por la Compañía de Jesús, en la que se refirió a los temas, comentarios y cuestiones más importantes en relación con la histórica cumbre inter-coreana del 27 de abril, cuando se reunirán el presidente del sur, Moon Yae-in, y el del norte, Kim Yong-un. 

  

¿El encuentro es un paso importante para la reducción de la tensión en Corea? 

  

Lo es. Principalmente se trata de un encuentro significativo y simbólico: en lugar de actitudes militantes y antagonistas, ambos líderes de la Corea dividida se demuestran abiertos a un diálogo pacífico. Es por ello que este histórico encuentro puede ser considerado como un paso útil para aliviar las tensiones políticas y militares en la península. 

  

¿Cuáles son los deseos y las esperanzas de los coreanos? 

  

La mayor parte de los sudcoreanos desea un cambio en la relación entre las dos Coreas, y lo ha expresado votando por la presidencia de Moon Yae-in, vinculado con los dos presidentes coreanos del pasado, Kim Dae-yung (1998-2003) y Roh Moo-hyun (2003-2008). Estos dos ex presidentes visitaron Corea del Norte en encuentros con Kim Yong-il, el padre del actual líder Yong-un Kim, y lograron poner en marcha diálogos para la colaboración entre ambas Coreas, sacando adelante una idea de reconciliación y de paz. 

  

¿Hay alguna novedad en la cumbre actual frente a las del pasado? 

  

El encuentro entre Moon y Kim será la tercera cumbre entre los líderes de Corea y ofrece diferentes señales positivas. Antes que nada, la apertura del Norte es bastante inesperada y diferente de la que se había mostrado en el pasado. Por ejemplo, la cumbre se llevará a cabo en la “Casa de la paz”, en el territorio de Panmunyenom, y es por primera vez en el sur, a diferencia de los encuentros anteriores que se llevaron a cabo en Pyongyang. En segundo lugar, ambos líderes se han preparado para este encuentro con mucha atención. Los funcionarios de ambas Coreas trabajan en estrecho contacto para crear los presupuestos de un encuentro verdaderamente fructífero. Como signo de estos esfuerzos, una semana antes del encuentro, el viernes 20 de abril, se creó una línea telefónica directa entre Moon y Kim. Y se prevé una conversación telefónica antes del encuentro. 

  

Esta cumbre será antes del histórico encuentro entre Kim y Trump. ¿Podrá influir de alguna manera?  

  

Moon declaró que esta cumbre es una especie de trampolín para la cumbre entre Kim y el presidente estadounidense Trump. Esta vez, los preparativos de la cumbre entre ambos líderes coreanos fueron acordados con Estados Unidos. El miércoles pasado Trump declaró que los líderes coreanos cuentan con su bendición para discutir sobre el fin de la guerra de Corea. Este comentario parece ser una señal muy positiva sobre la cooperación entre el Sur y el Norte, y entre ambos y los Estados Unidos. Hay muchas otras señales positivas, como el apoyo de China, Rusia y Japón para esta cumbre. 

  

¿Se esperan resultados concretos? ¿Cuáles?  

  

Los coreanos esperan, en primer lugar, el desarme nuclear de Corea del Norte, además de pasos prácticos hacia el camino de la reunificación de ambas naciones. Parece que las intenciones son serias. Moon nunca ha abandonado el objetivo de una desnuclearización total, verificable e irreversible de Corea del Norte. Por otra parte, Kim confirmó que la desnuclearización ya era voluntad de su padre, el ex líder Kin Yong-il. La decisión del proceso de desnuclearización no podrá ser un fruto inmediato de esta cumbre, sino que depende de los resultados del encuentro entre Kim y Trump. Sin embargo, sobre lo que discutirán Moon y Kim podrá indicar los pasos hacia una total desnuclearización de la península. 

  

¿Se podría pensar en la firma de un acuerdo de paz, esperado desde hace 65 años? 

  

Es otra de las grandes esperanzas: que Corea del Sur y Corea del Norte suscriban un histórico acuerdo para poner fin oficialmente a la guerra de Corea. Con un “Tratado de paz” suscrito y concordado también por la ONU, Estados Unidos y China. Hoy, efectivamente, en la península coreana se vive en la fase de “cese al fuego”, después de la guerra de Corea de 1950, puesto que los líderes de Corea del Norte, China y Estados Unidos firmaron el armisticio militar el 27 de julio de 1953. El tratado de paz podría permitir dar pasos concretos por el camino de la reconciliación, aunque, seguramente, habrá que esperar muchos años para pasar del tratado de paz a la reunificación. 

  

¿Cuál podría ser el camino para un futuro de paz? 

  

Diría que este 2018 comenzó verdaderamente bien: Corea del Norte y Corea del Sur han comenzado un proceso de colaboración cultural, evidente particularmente durante las Olimpiadas invernales de Peyongchang. Se requieren indicaciones con pasos concretos se necesita para la desnuclearización, incluyendo cuestiones complejas como la de los dos reactores que no deben ser capaces de producir plutonio para uso militar. Y hay que relacionarla al anhelado tratado de paz, instrumento eficaz para garantizar la seguridad de Corea del Norte, que acepta la desnuclearización. Las dos cuestiones proceden paralelamente. 

  

¿Hay algunos signos de acercamiento en otros sectores?  

  

Se espera que se considere la reactivación de la zona industrial especial de Kaesong, repentinamente cerrada por la ex presidenta Park Geun Hye. Y también esperemos que se retome el proceso para reunir a las familias separadas, que tienen miembros en ambas partes de la frontera, además de otras iniciativas de cooperación. Pequeños pasos hacia la anhelada paz. 

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