Parecería que la celebración mexicana de Las Posadas y la celebración judía de Hanukkah no tienen nada en común.

Las Posadas son las nueve fiestas católicas que tradicionalmente se organizan en México del 16 al 24 de diciembre, es decir, previas a la Navidad, y en las que se hace alusión al peregrinaje que la Virgen María y José realizaron de Galilea a Belén cuando María estaba a punto de dar a luz a Jesús.

Huyendo de las oscuras intenciones de Herodes buscaron un lugar donde alojarse. De ahí el término “pedir posada” y también el nombre de la celebración.

Por su parte, Hanukkah empieza en la víspera del día 25 del mes hebreo de Kislev y dura ocho días. El día de inicio de esta festividad usualmente se presenta a finales de noviembre y diciembre.

A Hanukkah también se le llama el Festival de Luces, Celebración de Dedicación y Celebración de los Macabeos. Conmemora la victoria de los Macabeos sobre los sirios y la rededicación del Segundo Templo de Jerusalén, cerca de 165 antes de Cristo después de que el rey Seleucid de Siria, Antiochus IV Epiphanes, instalara un altar a Zeus en el lugar.

Cuando los Macabeos empezaron a preparar el templo para la rededicación, encontraron que solamente tenían suficiente petróleo para iluminarlo por una noche. Al final, el petróleo duró ocho días.

Las comunidades judía y latina de Dallas se han unido para constituir una organización no formal denominada Alianza Judío—Latina que lidera el capítulo de Dallas del Concejo Judío de Estados Unidos (AJC Dallas por sus siglas en inglés).

Desde hace ya más de una década, personalidades de ambas comunidades se reúnen para realizar la celebración conjunta de Hanukkah/Las Posadas.

La reunión, que este año se realizó el día 9 de diciembre, procura el acercamiento de ambas comunidades alrededor de una suntuosa cena, donde cada invitado llega con un platillo que refleja su cultura.

El leitmotiv es la exploración de lo que ambas culturas y religiones tienen en común. Asisten muchos latinos que además son judíos.

AJC Dallas conecta a la comunidad judía con un grupo mundial que trabaja en pro del bienestar del pueblo judío y de Israel. Se acerca a diplomáticos, funcionarios electos y líderes religiosos para combatir el antisemitismo, la propagación del radicalismo y el extremismo por grupos extremistas religiosos y de supremacía étnica.

AJC ejerce una influencia tangible al forjar políticas gubernamentales, realizar alianzas y legislación tendiente a convertir al mundo entero en un lugar más seguro, especialmente para las minorías religiosas y étnicas. AJC ha tendido puentes y se ha unido a las comunidades latina y musulmana, habida cuenta que igualmente son blanco de la discriminación y odio racial.

Una de las características de la comunidad judía es su férrea unión y apoyo a los miembros de su comunidad. Ojalá que algún día los latinos lleguemos a apoyarnos los unos a los otros como lo hacen los integrantes de la comunidad judía. Tenemos mucho, muchísimo que aprender de los judíos.