Los restos del sacerdote Juan Viroche fueron exhumados el viernes por la tarde y sometidos a una nueva autopsia durante la noche. Los estudios fueron realizados por peritos de Gendarmería Nacional, que llegaron a la provincia para colaborar con la investigación de la muerte del religioso. El fiscal Diego López Ávila aún aguarda los resultados.

Mientras tanto, peritos de Gendarmería realizaron varios estudios e inspecciones oculares en la parroquia Nuestra Señora del Valle durante unas 10 horas. En principio, y en bases a los resultados preliminares, coincidirían en que no existen indicios para pensar que Viroche fue víctima de un crimen.

Los gendarmes realizaron también una exhaustiva inspección en la iglesia y en la casa donde vivía el sacerdote, que incluyó el uso del georradar que posee la fuerza para detectar elementos que se encuentran bajo tierra. Pese al hermetismo, fuentes de la investigación, confirmaron que secuestraron documentación que podrían importantes en la causa.

Mientras tanto, anoche hubo manifestaciones y pedidos de Justicia en la plaza Independencia y en La Florida. En el centro de la ciudad, cientos de personas marcharon y exigieron que se esclarezca el caso, que está caratulado como muerte dudosa desde hace nueve días. En la localidad del este, en tanto, el Arzobispo de Tucumán, monseñorAlfredo Zecca, encabezó una multitudinaria y emotiva misa en memoria del sacerdote.

Viroche fue hallado ahorcado dentro de la parroquia de La Florida el miércoles 5 de este mes. Si bien las primeras pericias apuntan a que se trató de un suicidio, la Justicia confirmó que el cura había recibido amenazas telefónicas.