La basura que colocamos en la bolsa y que luego se recolecta, suele enterrarse en espacios habilitados para el tratamiento de los residuos domiciliarios.

Sin embargo, todos hemos visto alguna vez una botella plástica, una bolsa, ropa vieja y hasta papeles tirados en el suelo, que nadie recoge. Esos objetos no tiene una disposición final y quedan por años dando vueltas por las calles.

El tiempo de degradación de los residuos varía según las sustancias que los componen y las condiciones del ambiente: humedad, temperatura, acidez.

En general, la basura orgánica es la única totalmente biodegradable, y la naturaleza tarda en desintegrarla entre 1 y 6 meses; además, tiene la ventaja de que con ella se puede crear compost para fertilizar la tierra.

Los desechos inorgánicos, según los componentes químicos de sus materiales y el lugar en el que se encuentren, tienen un tiempo de degradación muy variable, que va desde alrededor de 1 año en el caso del papel, hasta los 4 mil años o más que tarda el vidrio en desintegrarse.

Por esta razón, es importante tomar conciencia, optar por productos biodegradables, reducir la cantidad de basura que se genera y fomentar el reciclaje y la reutilización de los materiales que apliquen para esto.