El ataque terrorista de Hamás a Israel el 7 de octubre y la guerra en Gaza pesan sobre las celebraciones de la Pascua de 2024, como lo demuestra la ausencia casi total de peregrinos que tradicionalmente en estas fechas suelen abarrotar los lugares santos.
En la fiesta del Bautismo del Señor, el padre Yousef, sacerdote vicario de la parroquia latina de Gaza, administró el sacramento a los pequeños palestinos, después de completar su programa de preparación y educación, a pesar de la guerra.
El día 17 de enero, y de forma telemática a causa de las restricciones de los viajes a Israel, tuvo lugar una reunión de la Coordinadora de Obispos en apoyo a los cristianos de Tierra Santa. Durante el encuentro, los prelados escucharon la ponencia del patriarca latino de Jerusalén Pierbattista Pizzaballa OFM, sobre la situación actual en los diversos lugares donde se extiende la solicitud pastoral del Patriarcado Latino de Jerusalén (Israel, Palestina, Jordania y Chipre) que profundizó en “la agresividad contra los cristianos y la dura situación en que deben desenvolverse, especialmente en Gaza y en Jerusalén Este”. Además, presentó a los obispos sus acciones pastorales “y su compromiso por la paz en aquellas tierras”.
Que todos sean uno para que el mundo crea. Con estas palabras el Papa Francisco hizo un nuevo llamado a través de un video-mensaje en ocasión de la jornada de diálogo y oración organizada el sábado en la diócesis estadounidense de Phoenix junto a un grupo de pastores evangélicos pentecostales.
Mientras se leía el mensaje del Papa Francisco para los cristianos de Oriente Medio “había gente que lloraba emocionada”, afirmó el P. Luis Montes, sacerdote que trabaja pastoralmente en Bagdad (Irak), al relatar cómo celebraron la Navidad los fieles refugiados, que desde mediados del 2014 han tenido que abandonar sus hogares a causa del Estado Islámico (ISIS).
Desde el año 2007 los cristianos que viven en Gaza requieren de un permiso especial de Israel para poder viajar a Belén y rezar en la ciudad en la que nació Jesús. El relato de un caso que pone sobre la mesa el de muchos otros.
Lo aseguró el patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal. Confirmó que unos 700 cristianos recibieron el permiso de Israel para celebrar la solemnidad de la Navidad en el lugar donde nació Jesús.
"No podemos resignarnos a los conflictos como si no fuera posible un cambio"