Se conmemoró el acto por el aniversario del atentado a la embajada de Israel en Buenos Aires

Se conmemoró el acto por el aniversario del atentado a la embajada de Israel en Buenos Aires

En una tarde marcada por el dolor, la memoria y los homenajes, funcionarios del gobierno nacional, del gobierno israelí, representantes de la comunidad judía argentina y mundial junto a familiares y sobrevivientes recordaron un nuevo aniversario del atentado a la Embajada de Israel en el que murieron 29 personas y más de 350 fueron heridas. 

La jornada estuvo marcada por la unidad de los pueblos contra el terrorismo y discursos intensos que critican la falta de justicia en la resolución de la causa.

Ayer a la tarde se realizó el acto por el 24º aniversario del Atentado a la Embajada de Israel en la calle Suipacha y Arroyo, donde se encontraba el antiguo edificio de la sede 

diplomática. Además de los familiares y sobrevivientes del trágico atentado del 17 de marzo de 1992, también estuvieron presentes la vicepresidente de la Nación, la ministra de Relaciones Exteriores y Culto, funcionarios del gobierno nacional,  miembros del Congreso Judío Mundial y de la comunidad judía argentina y el ministro de Educación de Israel, Naftali Bennett en representación del Estado judío.

La consigna del acto de este año fue "Dos pueblos, un dolor. Unidos contra el terrorismo",  temática que se repitió en la mayoría de los discursos y homenajes que se realizaron durante la convocatoria por el 24º Aniversario del Atentado a la Embajada de Israel. El acto empezó con la sirena, que como todos los años suena a las 14.47hs y recuerda el momento exacto en el que explotó el edificio de Suipacha y Arroyo el 17 de marzo de 1992.  A continuación se leyeron los nombres de las 29 víctimas fatales y el rabino Abraham Skorka recitó el Kadish de Duelo junto a los presentes en la Plaza de la Embajada.

En la ceremonia estuvieron presentes la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti; la ministra de Relaciones Exteriores y Culto, Susana Malcorra; el ministro de Justicia, Germán Garavano; el ministro de Cultura, Pablo Avelluto;; ministro del Interior, Rogelio Frigerio; miembros del Congreso Judío Mundial y de la comunidad judía argentina. En representación del Estado de Israel estuvo presente el ministro de Educación Naftali Bennett.

 

Antes de que subiera el primer orador a rendir homenaje, en nombre del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Pamela Malewicz, junto a los sobrevivientes del atentado, Victor Nisenbaum y Martín Goldberg, depositaron la primera tanda de ofrendas florales. En nombre del Estado argentino, la ministra Malcorra junto a la sobreviviente Marta Klein dejó la segunda tanda de flores. El ministro Bennett , junto al sobreviviente Alberto Romano, dejó la tercera tanda de ofrendas en nombre del Estado de Israel. En representación de las Fuerzas de Defensa de Israel y la 

Agencia de Seguridad (Shin Bet) se presentó el señor Avi Glatzer acompañado por la sobreviviente Lea Kovensky. En nombre de los familiares de las víctimas los representantes elegidos fueron la Dra Rosa Lezcano, Nelly Durán y Daniel Supanichky. 

El presidente de la AMIA, Ralph Tommy Saieg, acompañado por el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban y el presidente de la Organización Sionista Argentina (OSA), Danny lew dejaron el tributo en representación de la comunidad judía argentina. Mientras que Gustavo Rochman, representante de la Agencia Judía para Israel en el Cono Sur; Jorge Stern, presidente de Campaña Unida; Alejandro Melincovsky de la Organización Sionista Mundial y Shay Salomon del KKL dejaron los homenajes en nombre de las correspondientes organizaciones. 

El primer orador, Maximiliano Lancieri, hijo de Miguel Ángel Lancieri quien murió cuando se encontraba caminando en frente de la embajada al momento de los explosión, subió al estrado en nombre de los familiares de las víctimas. 

“24 años han pasado y sin embargo, lo único que mantiene vivo el recuerdo es la fuerza de los familiares, amigos y allegados que año tras año luchan por mantener viva la memoria de quienes nos han sacado brutalmente de nuestras vidas. Es difícil explicar a los más jóvenes como fue la muerte de mi viejo: Lo mataron es lo primero que suelo decir, aparece la cara de desconcierto de quien me escucha y ahí comienzo a explicar la historia, ¿Qué hacía mi viejo en la vereda de la Embajada?, ¿De qué trabajaba? si soy o no soy judío. Después de explicar todo esto aparecen en mi cabeza siempre las mismas preguntas: ¿Por qué tengo que explicar siempre lo mismo? ¿Nadie se acuerda? ¿Qué tiene que ver si pertenezco o no a una comunidad específica? como si algo de todo esto cambiara lo que pasó”, expresó.

“No indaguemos en ninguna pista internacional, no creo que nadie pudiera organizar ese atroz atentado sin ayuda local. 24 años de inoperancia hacen que ese sueño se aleje de la realidad. Muchos gobiernos han pasado, pero siento que solo nos usaron para la foto. Insto a este nuevo gobierno a que nos demuestre que tienen las mismas intenciones de saber la verdad que nosotros", agregó.

"Siento que mi pueblo y el pueblo judío no debemos bajar los brazos nunca. Debemos seguir contando nuestra historias en búsqueda de la verdad y exigir justicia", concluyó.

Por su parte, el presidente del Congreso Judío Mundial (CJM), Roland Lauder, expresó que una de las razones por las que el CJM había elegido a la ciudad de Buenos Aires como sede de la asamblea del congreso, fue para “ayudar a la Argentina a enmendar tres grandes errores, tres actos terroristas que nos solo afectaron a Israel y a la Argentina, sino a todo el mundo civilizado”.

“Estos actos están atravesados por el desinterés de los sucesivos gobiernos en argentina, y el año pasado ambos crímenes tuvieron su extensión en la muerte del fiscal Nisman”, expresó Lauder, remarcando el valor que tuvo Nisman al presentar una denuncia contra las autoridades nacionales.

"El Congreso Judío Mundial no descansará hasta que se haga justicia", finalizó.

A continuación, el ministro de Educación del Estado de Israel, Naftali Bennett, quien fue invitado especialmente en representación del Estado judío, se dirigió ante los presentes recordando a aquel “cruel ataque terrorista que detuvo las agujas del reloj a 29 seres humanos: personal de la embajada, transeúntes, ciudadanos argentinos y vecinos”.

"En esta hora de comunión permanecemos todos como un solo corazón con un sentimiento de dolor, identificación y quietud para recordar con añoranza a nuestros seres queridos. Abrazamos a las familias que sufren cada día la desgracia y no olvidamos tampoco a las víctimas del atentado a la AMIA. Dos atentados que quedaron grabados en la memoria del pueblo israelí y argentino, convirtiendo a ambos estados en socios del dolor”, transmitió.

Al término del discurso recordatorio del ministro Bennett, la canciller Susana Malcorra, manifestó: "El atentado contra la representación diplomática de Israel, un país amigo, hirió en lo más profundo en el corazón al pueblo argentino, amante de la paz y la tolerancia. Ninguna razón ya sea política, ideológica o religiosa puede ser utilizada jamás para justificar ataques terroristas como el que hoy estamos recordando. Este gobierno no olvidará a las víctimas del terrorismo”

“En la Argentina el terror no tiene ni tendrá la última palabra”, enfatizó la ministra. 

“Convencidos también de que no debemos convalidar la impunidad con el olvido, este gobierno está decidido a combatirlo con la memoria, con la perseverancia y con la búsqueda de la verdad y la justicia. El esclarecimiento a estos actos terroristas y el castigo a los culpables constituye un indeclinable compromiso del gobierno argentino”, agregó, reiterando la profunda y sentida solidaridad del gobierno con el dolor de los familiares y las víctimas. “Su dolor es nuestro dolor y su causa la de todos los argentinos”.

Por último, en representación del gobierno nacional, habló la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti.

"Cuando se asume los desafíos con convicción y compromiso se puede empezar a transformar la realidad que nos rodea por difícil que sea”, empezó “Por eso quiero agradecer el compromiso de la comunidad judía que no se dio por vencida nunca y que nos permite a los argentinos no perder la memoria sobre las cosas que no podemos tolerar más en nuestro país manteniendo viva la investigación e instando constantemente a no claudicar una lucha que muchas veces debieron afrontar solos, incluso a expensas de un Estado en el cual hubo funcionarios que en lugar de propugnar el rápido esclarecimiento de uno de los más duros golpes al pueblo argentino, le dieron la espalda y hasta algunos terminaron siendo procesados por encubrimiento”, agregó. 

“No solo que no existe cosa juzgada en esta causa, sino que es necesario conocer a fondo lo que ha sucedido ya que será también la manera de decirnos que este tipo de atentados no pueden existir nunca más”, recalcó por último.

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