Confirman el viaje del Papa a Cuba

Confirman el viaje del Papa a Cuba

El deshielo con EE.UU. Será en el marco de la gira que hará el Pontífice a Estados Unidos en septiembre.

El papa Francisco, que tuvo un papel decisivo en la reconciliación entre Estados Unidos y Cuba, hará una etapa en La Habana antes de su programada visita a Washington, donde el 23 de septiembre será recibido por el presidente Barak Obama.

El anuncio fue hecho por el vocero pontificio, padre Federico Lombardi, quién aclaró que los contactos con las autoridades cubanas están aúnen un "estado demasiado inicial" para que se pueda hablar hoy de esta etapa "como una decisión tomada o un proyecto operativo".

Estas palabras abren un poco de incertidumbre acerca de la escala cubana de Jorge Bergoglio y de como será el programa de su visita: cuantos días durará y cual será la agenda, que seguramente incluirá un encuentro con el retirado líder de la Revolución, Fidel Castro, de 88 años.

En enero de 2009, Fidel recibió en el aeropuerto de La Habana a san Juan Pablo II en un histórico viaje que comenzó con ambos que se saludaron y con el Papa polaco que sorpresivamente le preguntó al líder cubano: "¿Que hora es aquí?". La foto amable de ambos consultando los relojes al pie de la escalerilla hizo historia.

Se puede decir que entonces alumbró entre grandes dificultades el deshielo que mantenía cercada a la Cuba comunista con un despiadado embargo que duró más de 35 años por parte de Estados Unidos. La Iglesia Católica no aceptó el aislamiento diplomático del régimen cubano y mantuvo las relaciones diplomáticos, que este año cumplirán 80 años desde que fueron establecidas.

San Juan Pablo II había recibido meses antes en audiencia a Fidel en Roma y Castro desde entonces, en repetidas oportunidades, manifestó su abierta admiración por el Papa polaco.

Karol Wojtyla propuso en su viaje a la isla una fórmula que fue un emblema diplomático: "Cuba debe abrirse al mundo y el mundo abrirse a Cuba".

Catorce años después el presidente Raúl Castro recibió en La Habana al sucesor de san Juan Pablo II, Benedicto XVI y Joseph Ratzinger saludó también a Fidel Castro. 

La visita de Francisco a Cuba culmina una larga estrategia de la Iglesia Católica, compartida en sus elementos esenciales por el régimen castrista, de poner fin al aislamiento de la isla debido a la acción de Estados Unidos.

La diplomacia vaticana, bajo la orientación estratégica del Papa argentino y de su talentoso secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolín jugó hábilmente sus cartas para favorecer la normalización de las relaciones entre La Habana y Washington, siguiendo la larga huella que habían abierto san Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Si todo va bien el Papa argentino será el estadista que contribuyó decididamente a superar el conflicto que estuvo enquistado muchos años como una espina venenosa en la vida política mundial.

Algunos finos diplomáticos destacan que fue gracias a Jorge Bergoglio, como factor positivo de desequilibrio, que Barak Obama pudo empujar en la buena dirección, tras convencerse que Estados Unidos estaba más que Cuba en un callejón sin salida. En la cumbre de las Américas de abril 2012, el presidente norteamericano escuchó con atención a los gobernantes latinoamericanos que le explicaron que mantener el embargo no era aceptable en el mundo actual y que solo contribuía a envenenar las relaciones entre Washington y sus vecinos del sur del continente.

Tras pasar con éxito el momento de su reelección, Obama autorizó a que en enero de 2013 se iniciaran los contactos con Cuba. Seis meses después los dos equipos de negociaciadores se sentaron cara a cara en Otawa, Canadá. El diálogo atravesó momentos angustiosos pero sobrevivió, hasta que en marzo de 2014 el presidente Obama visitó a Bergoglio en el Vaticano y planteó abiertamente la situación a Francisco.

El Papa argentino, que ya movía su gran influencia diplomática, envió cartas secretas al jefe de la Casa Blanca y al presidente Raúl Castro, que reavivaron y encarrilaron las negociaciones. En octubre, en una reunión en el Vaticano, se alcanzó un acuerdo definitivo anunciado hacia fin de año.

La etapa cubana realza aún más la importancia de la gira apostólica de Jorge Bergoglio a Estados Unidos. El programa prevé tres etapas. En Washington, Francisco verá al presidente Obama, hablará ante el Congreso norteamericano y hará santo al franciscano Junipero Serra, el apostol de California. En Nueva Yor,k el Papa argentino hablará en las Naciones Unidas y en Filadelfia clausurará las sesiones de la Jornada Mundial de las Familias.

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