Un cónclave inesperado que impide tejer redes entre los cardenales

Un cónclave inesperado que impide tejer redes entre los cardenales
Habitualmente, un Papa agonizaba durante un tiempo, con la excepción de la súbita muerte de Juan Pablo I, y los electores podían acordar sobre quién sería el nuevo Pontífice. Pero esta vez, Ratzinger no dio tiempo para negociaciones.

Dolores Álvarez

El partido ya está en juego. El 2 de abril de 2005, después de la larga enfermedad de Juan Pablo II, muchos de los cardenales que ayer participaron de la primera reunión "preconclave" habían tenido tiempo para tejer sus redes y llegar a un acuerdo en torno al nombre de Joseph Ratzinger antes de reunirse, en el mayor de los secretos, en la Capilla Sixtina. Esta vez, después de dimisión de Benedicto XVI que sorprendió al mundo y descolocó al clero, el resultado es incierto y estas instancias, conocidas como "preliminares", son vividas por la curia como las primarias en las elecciones políticas. Una selección de candidatos posibles que después deberán enfrentar las urnas en la batalla final: el cónclave.

Muchos vaticanistas aseguran que en la Iglesia, como en Italia, sopla un viento de cambio. El escándalo de filtración masiva de documentos sensibles de la Santa Sede, los escándalos de corrupción en el Banco Vaticano (IOR, por sus iniciales en italiano) y los casos de pedofilia en el clero dañaron la imagen de la institución eclesiástica pero, al mismo tiempo, ofrecieron una oportunidad inesperada para renovar al clero. La emergencia podría ser administrada, según los analistas, siguiendo viejas lógicas de poder o con medidas "revolucionarias" capaces de reconquistar credibilidad ante los ojos del mundo.

"Hay miembros del colegio de cardenales que están interesados en tener información que consideran pertinente acerca de la situación de la curia y de la Iglesia en general", aseguró ayer Federico Lombardi, luego de la primera reunión de la mañana. El jesuita italiano confirmó que muchos prelados quieren saber qué pasó en los últimos años y dijo que "es una posibilidad" que en esta etapa se hable del dossier sobre el caso Vatileaks, realizado, bajo pedido de Ratzinger, por los cardenales octogenarios Julian Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi.

En estas reuniones los analistas aseguran que también se discutirá acerca de la reforma en la curia, para que se vuelva más "liviana" y transparente en su gestión, y para que vuelva a estar al servicio del Papa.

Con respecto a las finanzas del Vaticano, en la congregación general de esta semana se espera un informe del presidente de la Gobernación del Vaticano, Giuseppe Bertello. La gestión del IOR es uno de los puntos clave en cuestión: "Me sorprende –declaró a un amigo según indiscreciones de la prensa, el ex presidente del Banco Vaticano, Ettore Gotti Tedeschi– que en ocho meses nadie del Vaticano haya querido escuchar mi versión de los hechos". El economista y banquero italiano fue una de las cabezas que rodaron después del escándalo de Vatileaks ya que fue obligado a dimitir inmediatamente a su cargo, en mayo de 2012, por "no haber desarrollado funciones de primaria importancia" para su cargo como motivo para su desplazamiento.

"Hay un atmósfera de gran serenidad (…) Un deseo de participar actualmente y muy lúcidamente en este discernimiento tan importante acerca de la Iglesia en el mundo y sobre los criterios de la elección del pastor supremo de la Iglesia Universal", aseguró Lombardi, eludiendo los temas picantes, y dijo que este "buen clima" será útil para el "camino intenso que nos espera en el curso de la semana"

Ayer, 142 cardenales participaron del primer encuentro en el Aula Nuova del Sinodo, 103 de los cuales participarán de la elección del nuevo Papa. Luego de jurar sobre el Evangelio y de una breve oración, 13 prelados tomaron la palabra. El tema principal de discusión, por la mañana, fue la gestión de la fase previa al conclave. Por la tarde, los prelados volvieron a reunirse y meditaron bajo la guía del teólogo y predicador italiano Raniero Cantalamessa.

Muchos de los cardenales presentes pidieron fotografías y biografías de sus colegas porque muchos ni siquiera se conocen. "Para tener más conocimiento –aseguró Lombardi- hay diferentes sitios en Internet con las biografías individuales. Después veremos si será necesario distribuir fichas personales." «

Comentá la nota