Comunión al cónyuge protestante; el Papa frena a los obispos alemanes

Comunión al cónyuge protestante; el Papa frena a los obispos alemanes

La carta de Ladaria: «El Santo Padre ha llegado a la conclusión de que el documento no está maduro para ser publicado». Es oportuno «dejar al obispo diocesano el juicio sobre la existencia de una grave necesidad»

Sobre la posibilidad de recibir la comunión para el cónyuge protestante de un fiel católico, el Papa Francisco puso el freno. El documento pastoral aprobado por la mayor parte de la Conferencia Episcopal de Alemania, criticado por siete obispos alemanes (entre los que está el cardenal Rainer Maria Woelki), «no está maduro para ser publicado» y es oportuno, por el contrario, «dejar que al obispo diocesano el juicio sobre la existencia de una “grave necesidad”» que justifique el acceso a la comunión, como, por lo demás, se ha hecho hasta ahora. Es lo que indica una carta del prefecto (y recién nombrado cardenal) de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria Ferrer, dirigida al cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal alemana. La carta, enviada en copia al mismo Woleki y a otros obispos involucrados, fue publicada en traducción italiana en el blog del periodista italiano Sandro Magister. 

  

El subsidio pastoral de los obispos alemanes, titulado “Caminar con Cristo. Por la vía de la unidad. Matrimonios interconfesionales y participación común en la Eucaristía”, abría sistemáticamente la posibilidad para que las parejas protestantes de fieles católicos recibieran la Eucaristía durante la misa católica después de un coloquio con el párroco, quien habría debido verificar si la esposa o el esposo católico tenían la misma fe en la presencia real del Cuerpo de Cristo en la hostia consagrada. 

  

El problema de permitir el acceso a los sacramentos para los fieles no católicos no es nada nuevo: se aludía ya al argumento en los textos conciliares y también en las encíclicas de Juan Pablo II, y está previsto en el Código de Derecho canónico, en caso de peligro de muerte o de «otra grave necesidad», según el juicio del obispo de la Conferencia Episcopal. La condición es que los protestantes «manifiesten, sobre estos sacramentos, la fe católica y estén bien dispuestos». El documento de los obispos daba un paso más frente a la práctica establecida de pasar por la evaluación del obispo. Y desvinculaba la concesión de la cláusula de las «graves necesidades». 

  

El pasado 3 de mayo, después de la carta con la que siete obispos alemanes pedían que la Santa Sede interviniera para manifestar su reprobación del documento, se comunicó que el Papa invitaba a la Conferencia Episcopal alemana a discutir y a encontrar, si fuera posible, una posición unánime. Francisco fue inmediatamente atacado con dureza y no solo por los críticos de siempre, sino también por cardenales como el arzobispo de Utrecht, el cardenal Willem Jacobus Eijk, quien llegó a citar el Catecismo cuando se refiere al Anticristo. 

  

La carta de Ladaria, fechada el 25 de mayo y que nació tras dos conversaciones con el Pontífice, ahora demuestra con mayores detalles cuál había sido la decisión. Ladaria recuerda el «coloquio fraternal» con el cardenal Marx y los demás obispos alemanes directamente involucrados, el pasado 3 de mayo, e informa que discutió sobre el argumento con el Papa Francisco el 11 y el 24 de mayo. Después de estos encuentros, indica el Prefecto, «quisiera poner en su conocimiento los siguientes puntos, con el explícito consenso del Papa». 

  

Ladaria expresa aprecio por los «múltiples esfuerzos ecuménicos de la Conferencia Episcopal alemana». También recuerda que, como surgió durante las conversaciones del 3 de mayo, «el texto del subsidio plantea una serie de problemas de notable relevancia. El Santo Padre, por ello, ha llegado a la conclusión de que el documento no está maduro para ser publicado». Los «motivos esenciales» de la decisión papal son resumidos en tres puntos. 

  

Primero: «La cuestión de la admisión a la comunión de los cristianos evangélicos en matrimonios interconfesionales es un tema que toca la fe de la Iglesia y tiene una relevancia para la Iglesia universal». Segundo: «Tal cuestión tiene efectos sobre las relaciones ecuménicas con otras Iglesias y otras comunidades eclesiales que no hay que no hay que descuidar». El tercero: «el tema se relaciona con el derecho de la Iglesia, sobre todo la interpretación del canon 844 CIC. Puesto que en algunos sectores de la Iglesia hay, al respecto, cuestiones abiertas, los Dicasterios competentes de la Santa Sede ya han sido encargados de producir una tempestiva aclaración de tales cuestiones a nivel de Iglesia universal. En particular parece oportuno dejar al obispo diocesano el juicio sobre la existencia de una “grave necesidad”». 

  

Los Dicasterios vaticanos, pues, están trabajando para aclarar la interpretación del canon 844, el documento no será publicado (por lo menos con la forma que había sido aprobada por la mayor parte de los obispos alemanes) y al obispo le sigue tocando decidir si existe una «grave necesidad» que justifique la admisión a la Eucaristía. «Para el Santo Padre –concluye Ladaria– es una gran preocupación que en la Conferencia Episcopal alemana siga vivo el espíritu de la colegialidad episcopal. Como el Concilio Vaticano subrayó: “las Conferencias episcopales pueden, hoy, ofrecer un múltiple y fecundo aporte siempre y cuando el sentido de colegialidad se realice concretamente”», como se lee en la constitución “Lumen gentium”. 

  

La Iglesia, y en la Iglesia la Curia romana, tiene sus tiempos para analizar, discutir y eventualmente responder. Nada que ver con los tiempos de un “tuit”. Después de haberse reunido con los obispos alemanes y de haber preparado un resumen de las conversaciones, el Prefecto del ex Santo Oficio se reunió en dos ocasiones con el Pontífice y, solamente entonces, con la aprobación de este último, expresó por escrito la decisión papal a los obispos. 

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