Comenzó la danza de candidatos en la provincia

Comenzó la danza de candidatos en la provincia

La gobernadora María Eugenia Vidal sigue siendo la dirigente con mejor imagen no solo en territorio bonaerense sino en todo el país, por lo que todavía algunos de los integrantes de su equipo creen que tiene chances de ser la candidata a suceder a Mauricio Macri. Sin embargo, desde la Rosada ya dejaron en claro que deberá competir por la reelección.

 

Es decir que Cambiemos tiene lista a su candidata y solo le falta definir el escenario electoral, según los bonaerenses elijan nuevas autoridades junto con la elección presidencial o si finalmente se produce un desdoblamiento que adelante la competencia en el plano provincial.

Por eso el problema lo tiene la oposición, que no solo tiene la incertidumbre sobre el cronograma, sino que aún no definió si irá a las elecciones dividida o existe alguna chance de seleccionar candidatos en un gran PASO que nuclee a los diferentes sectores del peronismo y sus aliados.

El primer dato a tener en cuenta es que los dirigentes con mayor peso político y electoral, como Verónica MagarioMartín Insaurralde y hasta Felipe Solá, hoy se encuentran más cercanos al kirchnerismo, por lo que la provincia representa todo un desafío para el espacio de Alternativa Federal, que hasta ahora solo anotó tibiamente al diputado massita Jorge D´onofrio.

Además, la potencialidad electoral de cada uno de los precandidatos de la oposición tiene importantes variaciones según su boleta vaya pegada o no a la de Cristina Kirchner en las elecciones generales, por lo que el peronismo espera resolver esa cuestión antes de lanzar una posible interna.

Pero como si el escenario no fuera suficientemente complejo, vale recordar que en el Frente Renovador apuestan a un desdoblamiento para mejorar sus propias chances en algunos distritos, considerando que Vidal es imbatible en las urnas, aún ante el mejor de los candidatos, que para ese espacio sería el propio Sergio Massa, que por algo ratificó en las últimas horas su voluntad de competir si o si por la presidencia.

El último anotado es el ex ministro de Economía Axel Kicillof, que por ser el dirigente K que mayor cantidad de votos de CFK arrastra, sería la opción del kirchnerismo en el caso del desdoblamiento y hasta podría hacer trastabillar las chances de algunos intendentes que sin Cristina en la boleta deberían ir por la reelección en sus distritos para garantizar el triunfo en su pago chico.

Combinatorias

Con semejante danza de candidatos, el peronismo ensaya también diferentes combinaciones a la espera de dar con la fórmula de la unidad que permita encolumnar a todos los espacios y dar el batacazo en la provincia más importante del país, lo que además representaría un golpe durísimo para el gobierno nacional.

De momento los números parecen esquivos y la gobernadora arrancaría la campaña con una intención de votos cercana al 40 por ciento, pero algunos sectores de la oposición creer que ese puede ser su techo y aspiran a ganar en una elección ajustada.

Felipe Solá asoma en ese marco con un candidato potable, con llegada a todos los sectores, pero con resistencia dentro del massismo que podría superarse a pedido del ex intendente de Tigre. 

Lo que falta es que el ex gobernador manifieste su voluntad de volver a competir por la provincia, algo que ya intentó en 2015 con números no demasiado favorables.  Ahí es donde la fórmula podría resultar en una sumatoria de impacto inesperado.  Si no hubiera desdoblamiento, algunos aspiran a que Kicillof acompañe a Felipe, acorralando al resto del peronismo a tener que apoyar esa fórmula.

El ex ministro también aparece con posible compañero de Magario en un escenario de elecciones unificadas.  Aunque en el caso de que prime la visión de aquellos que quieren que sean dos intendentes los que integren la fórmula, quien se erige como principal candidato para ocupar la presidencia del Senado es Juan Pablo de Jesús, del Partido de La Costa y uno de los principales referentes de Martín Insaurralde.

Justamente el intendente de Lomas de Zamora es otro de los potenciales candidatos, y varios de sus pares así lo reclaman, aunque en su entorno se muestran reticentes a confirmar sus intenciones de competir y según algunos trascendidos lo que busca Insaurralde es convertirse en el principal interlocutor con el gobierno, indistintamente del resultado de las elecciones.

El resto de los dirigentes que manifestaron su voluntad de competir son por ahora meros candidatos testimoniales que podría llegar a una interna para legitimar a alguno de los pesos pesados del peronismo bonaerense.

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