El clero de la diócesis, en retiro espiritual

El clero de la diócesis, en retiro espiritual

Cuerpo Veinticinco sacerdotes de la diócesis participaron del retiro espiritual que se realiza todos los años en Mari Lauquen. Se desarrolló desde el lunes 15 hasta el viernes 19 de la semana pasada y estuvo encabezado por el obispo Ariel y predicado por el padre jesuita Hugo Pisana.

Como todo cristiano, los sacerdotes también necesitan renovarse espiritualmente mediante unos días más intensos de oración, reflexión y meditación retirándose para tomar distancia de los quehaceres cotidianos y el trajinar de la vida pastoral. Así lo hicieron 25 sacerdotes de la diócesis de 9 de Julio junto a Monseñor Ariel Torrado Mosconi. El retiro espiritual no tuvo como objetivo evadirse del compromiso con sus comunidades, sino que, por el contrario, el de renovarse espiritualmente para  volver a ella con redoblado propósito de servirla con fidelidad, generosidad y entusiasmo apostólico. El ritmo acelerado de la época en la cual vivimos así como los múltiples requerimientos recibidos diariamente y el responder adecuadamente a los graves desafíos de la realidad actual, hacen imprescindibles estos tiempos y espacios de oración y de honda espiritualidad.

 

La propuesta del predicador fue la de seguir el método de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, tan impulsada por el patrono de los sacerdotes argentinos –el santo cura Brochero- mediante la meditación sentida y reflexiva de la propia vida a la luz de la Sagrada Escritura. En este sentido los conceptos de “contemplación” y “discernimiento” fueron fundamentales en estos días de profundización espiritual. La contemplación como un modo de mirar la existencia dejándose iluminar por la Palabra de Dios y el discernimiento que consiste en el criterio para encontrar y realizar la voluntad de Dios en la realidad concreta de la vida.

 

Las jornadas culminaron con el rezo comunitario del Rosario y la Consagración a Nuestra Señora de Fátima, patrona de la diócesis en el año centenario de sus apariciones.

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