Cita con la historia

Cita con la historia

Después del muro del Caribe entre Estados Unidos y Cuba, cae otra barrera en América Latina. La última guerrilla del continente opta por la lucha política.

por Alver Metalli

Será un día verdaderamente histórico el lunes en Cartagena de Indias, la ciudad fundada por los españoles en el norte de Colombia. No solo porque cierra medio siglo de guerrilla y cuatro años de negociaciones a ultranza, sino por la manera como lo hace. Con un acuerdo global que asume – con oportunos compromisos – muchas de las reivindicaciones que condujeron al nacimiento de las Farc, haciendo más democrática la democracia colombiana, e incorpora al terreno de la lucha política una fuerza considerable de jóvenes rebeldes.

La guerrilla y sus cuadros dirigentes jugaron bien sus cartas, habiendo asumido la consciencia de que la vía revolucionaria de la toma del poder con las armas era impracticable. El gobierno, en la persona de Manuel Santos, apuntó con convicción a la pacificación, ahorrándole al país muchos años todavía de pérdidas humanas y económicas. Santos logró el objetivo allí donde varios presidentes antes que él, de Pastrana a Uribe, habían fracasado. Los días de “la silla vacía”, cuando Pastrana esperó en vano al jefe de las Farc, Manuel Marulanda, en San Vicente del Caguán, están presentes en la memoria de todos. Santos creyó en la negociación incluso cuando hubo reveses parciales o cuando a sus espaldas las filas se iban reduciendo y los humores belicosos de los militares parecían recuperar fuerzas.

Un lunes memorable no solo para Colombia. También para América Latina. Ahora la balanza de la historia se inclina a favor de la solución pacífica. La vía de la subversión, pero también del paramilitarismo y del estado combatiente son figuras que quedan archivadas en el pasado.

Tres guerrillas derrotadas militarmente, los montoneros de Argentina en los años ’80, los tupamaros en Uruguay y Sendero Luminoso en Perú en los años ’90; dos que tomaron el poder, la cubana en 1959 en plena guerra fría y la sandinista en 1979. Tres guerrillas que por la vía de la negociación tomaron el camino de la política y de la sociedad, la salvadoreña del Frente Farabundo Martí, en 1992, la guatemalteca Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca en 1996, y el Movimiento Zapatista de Liberación Nacional en México en 1996. Quedan residuos como el Ejército del Pueblo en Paraguay, algunos focos en Perú de los senderistas irreductibles, cuya fisonomía es más cercana al terrorismo que a la subversión por la vía armada del orden constituido. Y el ENL en Colombia, la segunda guerrilla, que aspira a ocupar los espacios que dejan libres las Farc.

Los jefes de la guerrilla, ‘Timochenko’, ‘Pablo Catatumbo’, ‘Pastor Álape’, ‘Jesús Santrich’ y ‘Romaña’ llevan a Cartagena de Indias el consentimiento prácticamente unánime de las bases de la Farc reunidas en su última Conferencia. Se reunirán con los presidentes del resto del continente, 15 en total, y delegaciones de alto perfil de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos. El Papa Francisco no estará en Cartagena, pero en su representación asistirá el Secretario de Estado Pietro Parolin. En América Latina triunfa la lógica de la negociación, del diálogo tan reclamado por el Papa argentino en sus años de pontificado.

Después del muro del Caribe entre Estados Unidos y Cuba, cae otra barrera en América Latina. Una señal clara también para Venezuela.

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