El CIRA recibió la visita de los directivos de la Fundación Pontificia Scholas Ocurrentes

El CIRA recibió la visita de los directivos de la Fundación Pontificia Scholas Ocurrentes

El pasado miércoles el Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) organizó un almuerzo con Scholas Occurrentes, encabezada por sus directores, profesores José María del Corral y Enrique Palmeyro, y el encargado de Relaciones Institucionales, Dr. Alejandro M. Lamberti.

De acuerdo con un comunicado del CIRA, fueron recibidos por el Presidente y Vicepresidente del CIRA, Señores Aníbal Bachir Bakir y Abdulhamid Hageg, el directivo Rubén Darío Jatib (Director de Relaciones Institucionales e Internacionales) y Adnan Kassab (Representante del Colegio Argentino Árabe Omar Bin Al Jattab), y el Secretario de Cultura, Prof. Ricardo Elía.

Las cordiales conversaciones se centraron en el tema educativo, que lleva adelante tanto el Centro Islámico de la República Argentina como Scholas Ocurrentes, y en la labor que está desarrollando el Papa Francisco en el mundo a través de la educación, la paz y el diálogo interreligioso.

Scholas Ocurrentes es una fundación pontificia organizada a través una Red Mundial de Escuelas para el Encuentro que fue fundada por el Papa Francisco en Ciudad del Vaticano en Agosto de 2013. Esta red educativa busca compartir los proyectos que poseen los centros educativos intentando enriquecerse mutuamente y apoyar, especialmente, a las escuelas de menores recursos en pos de una educación sin excluidos.

Son antecedentes de esta iniciativa los programas “Escuela de Vecinos” y “Escuelas Hermanas” que impulsó el Papa Francisco cuando era Arzobispo de Buenos Aires. “Unir escuelas, deportes populares y solidaridad” fue la línea de acción que propuso el propio Papa Francisco con la convicción de que las figuras queridas popularmente educan a millones de niños con su ejemplo y que el deporte, la tecnología y el arte popular constituyen herramientas formidables para formar valores.

Los organizadores de Scholas piensan que para que haya una cultura del encuentro tiene que haber una educación para el encuentro. Y de la misma forma, para curar la enfermedad del mundo cuyos síntomas son la guerra y la violencia, hay que recrear una educación distinta, que recupere una mirada antropológica, que recupere los valores religiosos y humanos esenciales y que abarque toda la realidad que viven los niños y adolescentes. 

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