China: Obispo de Hong Kong dice sí al acuerdo, pero con demandas

China: Obispo de Hong Kong dice sí al acuerdo, pero con demandas

Tras el entendimiento entre Roma y Beijing, monseñor Michael Yeung considera que ahora el Vaticano debe velar por la libertad religiosa y los clérigos encarcelados en el gigante asiático. Así, se distanció del cardenal Zen, que criticó el convenio.

"Yo dije... Santo Padre, siga adelante, no tenga miedo, pero sea cauteloso". Así recuerda el obispo Michael Yeung de Hong Kong la conversación que mantuvo con el Papa Francisco en la que animó al pontífice a seguir intentando llegar a un acuerdo con Pekín.

Acuerdo que finalmente llegó a finales de septiembre, y al que Yeung ha dado su respaldo total, si bien piensa que hay detalles que habrá que monitorear muy de cerca.

"Es como cruzar un río que nunca has cruzado antes. Hay que mirar la profundidad del agua, hay que tocar las piedras", ha opinado Yeung en una entrevista con Reuters, a propósito de este nuevo acuerdo entre el Vaticano y China. El nuevo pacto pone fin a décadas de división entre los 12 millones de católicos del país -separados en iglesias "clandestina" y "patriótica"- al prever un nuevo mecanismo de nombramientos de obispos consensuados entre Pekín y Roma.

"No creo que la firma de este acuerdo provisional signifique la solución a todo. Hace falta tiempo, hará falta un par de años para verlo", continuó el obispo de Hong Kong. Yeung añadió que "un acuerdo provisional no podría haber parado la opresión" de los católicos chinos por parte del régimen comunista, ni tampoco "haber evitado que las iglesias sean derribadas" o que "los jóvenes tengan prohibido ir a misa". "Estas cosas requerirán tiempo para resolverse", observó el religioso, nativo de Shanghái.

Con estas declaraciones optimistas pero a la vez realistas, el obispo Yeung ha marcado cierta distancia con el cardenal Joseph Zen, quien ha tachado el nuevo acuerdo de "traición" a los católicos chinos fieles a Roma. A pesar de su optimismo, Yeung reconoce no estar al tanto de los detalles del pacto, y pide que de aquí en adelante el Vaticano vele por dos cosas en particular: los clérigos "clandestinos" encarcelados por Pekín y la libertad religiosa.

Uno de los clérigos que Yeung ha pedido a Pekín que libere es el que fuera obispo de Baoding, James Su Zhimin, de quien no se sabe nada desde que fue detenido en 1997, y quien a día de hoy, si siguiera vivo, tendría 87 años. "Si está en la cárcel, si está recluido en otro sitio secreto o si ha muerto, nadie realmente sabe", lamentó Yeung.

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