– ¿Cómo vivís la llegada de Pesaj?

– Lo vivo con mucha expectativa porque es una de las tres fiestas más importantes del calendario hebreo, y es una fiesta que tiene un montón de preparaciones y platos típicos que hay que ir preparando. Preparando la casa para el Seder que es el viernes a la noche.

– A nivel alimentos, ¿qué diferencias hay entre Pesaj y otras festividades?

– Primero no utilizamos ni harina blanca y no comemos nada que estè fermentado. Todo lo que servimos en la mesa simboliza algo; por ejemplo la Keará. que tiene todos los símbolos; el pescado que simboliza la fertilidad, ya que hay un párrafo en la Biblia que dice que Dios nos va a traer a la tierra para reproducirnos como peces en el agua; comemos jrein, que representa lo amargo que paso el pueblo hebreo en Egipto siendo esclavo. La matzá que es el pan ácimo. Todas preparaciones típicas para esta festividad.

– ¿Por qué en el judaísmo la comida es el centro del vida?

– A mi me parece que no solamente en el judaísmo sino que todas las religiones tienen una base en la comida. Pero en el judaísmo cada plato y alimento simboliza algo. Si la matzá la comemos es porque los antiguos hebreos tuvieron que salir rápido de Egipto y el pan no les pudo levar. También preparamos el gefilte fish que arriba lleva una rodaja de zanahoria, que representa la prosperidad, la moneda de oro. En la mesa de Pesaj no tenemos alimentos o platos al azar, todo tiene algún motivo o un trasfondo histórico.

– ¿Cuál es el plato típico que más te gusta de Pesaj?

– A mí me gustan los kneidalaj, que son las bolitas hechas con harina de matzá.

– ¿ Por qué?

– Es la única festividad que durante el año lo comemos. Además es algo bastante neutro, así que lo podemos comer en el caldo, servir como guarnición, hay familias que lo acostumbran a servir con salsa de tomate y otros lo gratinan al horno.

–  Cuando eras chico, ¿cómo vivían en tu familia esta festividad? 

– Con gran expectativa porque eramos unos 20 o 25 en la mesa y ya mi mamá empezaba unos días antes a preparar todas las comidas, y a preparar la mesa. Siempre nos quedábamos hasta tarde para leer toda la Hagada y cantábamos. En realidad es la única fiesta, dentro del calendario hebreo, que tiene mucha ceremonia al momento de cenar, a diferencia de otras festividades, en la que participan los adultos y los niños.