En el mensaje, el prelado recuerda el valor de la vida, “de todas las vidas”, que llama a luchar sin descanso, y advierte que “ningún mecanismo institucional puede arriesgar ese don que nos ha sido dado por Dios”. 

Al mismo tiempo, el obispo considera que “el amor, la justicia y la paz son prioritarios en una sociedad que debe evitar subordinarlos a toda forma de violencia y errónea comprensión de la seguridad”. 

Finalmente, llama a “cuidar la vida de nuestros jóvenes” y procurar que puedan cumplir sus sueños. 

Emmanuel Garay, de 19 años, falleció luego de 6 días de internación por un cuadro de deshidratación e insuficiencia renal, tras haber sido sometido a un entrenamiento extremo en la academia de policía de La Rioja, en un contexto climático de alerta naranja por altas temperaturas. 

Texto completo de la carta: 

Como miembros de la Iglesia en La Rioja queremos expresar nuestra cercanía y solidaridad con la familia del cadete Emmanuel Garay, en este momento doloroso de su muerte prematura. 

El valor de la vida, de cada vida, de todas las vidas, nos llama a luchar sin descanso por ellas. Ningún mecanismo institucional puede arriesgar ese gran don que nos ha sido dado por Dios. 

Creemos que el amor, la justicia y la paz son prioritarios en una sociedad que debe evitar subordinarlos a toda forma de violencia y errónea comprensión de la seguridad. 

Cuidar la vida de nuestros jóvenes, procurar con todas nuestras energías que puedan cumplir sus sueños, es nuestro deseo y deber de adultos. 

Un fuerte y fraterno abrazo para la familia de Emmanuel. 

Que la Virgen María los conforte en esta hora difícil y Jesús anime nuestra esperanza del reencuentro final.