Catequesis del Papa: “La Misa hace presente el misterio pascual”

Catequesis del Papa: “La Misa hace presente el misterio pascual”

Catequesis del el Papa Francisco en la Audiencia General del tercer miércoles de diciembre, prosiguiendo con el nuevo ciclo de catequesis dedicadas a la Eucaristía.

 

Catequesis del el Papa Francisco en la Audiencia General del tercer miércoles de diciembre, prosiguiendo con el nuevo ciclo de catequesis dedicadas a la Eucaristía.

 

“La serie de catequesis sobre la Santa Misa nos lleva a reflexionar en la celebración de la Eucaristía como un único acto compuesto de dos partes: la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística. Hoy, deseo detenerme en los ritos introductorios que preceden a esos dos grandes momentos”, lo dijo el Papa Francisco en la Audiencia General del tercer miércoles de diciembre, prosiguiendo con el nuevo ciclo de catequesis dedicadas a la Eucaristía.

Ritos introductorios

La Misa, afirmó el Pontífice, está compuesta por estas dos partes, estrechamente relacionadas entre ellas, de tal modo que forman un único acto de culto que son introducidos por algunos ritos preparatorios y concluyen con otros ritos sin separar este único cuerpo.

“El sacerdote, al inicio de la celebración, se dirige al presbiterio mientras se entona el canto de ingreso, al llegar se inclina ante el altar en signo de veneración, lo besa y lo inciensa. A continuación, el sacerdote que preside traza sobre su pecho el signo de la cruz, y junto con él lo hacen también todos los presentes. Este signo nos recuerda que todo acto litúrgico se cumple en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

Por ello, el pueblo congregado para la celebración eucarística, precisó el Obispo de Roma, inicia la celebración con los ritos introductorios, que comprenden el ingreso del celebrante o celebrantes, el saludo, el acto penitencial, el Kyrie eleison, el himno del Gloria y la oración colecta. “La finalidad de esta introducción – puntualizó el Pontífice – es de hacer que los fieles, reunidos juntos, formen una comunidad, y se dispongan a escuchar con fe la palabra de Dios y a celebrar dignamente la Eucaristía”.

Explicando los gestos que realiza el sacerdote al inicio de la celebración, el Papa Francisco señaló que, “estos gestos, que corren el riesgo de pasar inobservados, son muy significativos, porque expresan desde el inicio que la Misa es un encuentro de amor con Cristo, quien ofreciendo su cuerpo en la cruz […] se convierte en altar, víctima y sacerdote”.

Signo de la cruz

Luego viene el signo de la cruz, agregó el Papa, con él cual inicia la Misa y toda la oración se mueve por así decir, en el espacio de la Santísima Trinidad – en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo – que es espacio de comunión infinita y tiene como origen y como fin el amor de Dios Uno y Trino, manifestado y donado a nosotros en la Cruz de Cristo. Haciéndonos la señal de la cruz, dijo el Papa, no sólo hacemos memoria de nuestro Bautismo, sino afirmamos que la oración litúrgica es el encuentro con Dios en Jesucristo, que por nosotros se encarnó, murió en la cruz y resucitó en la gloria”.

Saludo del presidente

Después, quien preside se dirige a la asamblea con un saludo como éste: «el Señor esté con ustedes», al que el Pueblo responde: «y con tu espíritu». Este saludo y esta respuesta manifiestan el misterio de la Iglesia reunida, que confiesa una misma fe y desea estar unida con su Señor.

Con este saludo, dijo el Papa Francisco, entramos en diálogo con el Señor. “Estamos entrando en una sinfonía, en la cual resuenan varias tonalidades de voces, incluidos los momentos de silencio, en vista de crear un acorde entre todos los participantes, es decir, de reconocernos animados por un único Espíritu y por un mismo fin”.

Acto penitencial

Posteriormente, el sacerdote invita al acto penitencial, que no es solamente pensar en los pecados cometidos, sino confesarnos pecadores ante Dios y ante los hermanos, para que podamos resurgir a una vida nueva con Cristo.

“No se trata solamente de pensar en los pecados cometidos – precisó el Santo Padre – sino mucho más: es la invitación a confesarnos pecadores ante Dios y ante la comunidad, ante los hermanos, con humildad y sinceridad, como el publicano en el templo”.

Antes de concluir su catequesis, el Papa Francisco recordó que la Eucaristía hace presente el misterio pascual, es decir, el paso de Cristo de la muerte a la vida, entonces la primera cosa que debemos hacer es reconocer cuales son nuestras situaciones de muerte para poder resucitar con Él a una vida nueva.

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