El cardenal Tauran cree que Francisco será el primer Papa en visitar Moscú y Pekín

El camarlengo pide a las autoridades islámicas "que denuncien más las barbaridades del ISIS"

El camarlengo de la Iglesia Católica y presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, Jean-Louis Tauran, que en 2013 pronunció el 'Habemus Papam' desde el balcón de la Basílica de San Pedro, no descarta que el Papa Francisco se convierta en el primer Pontífice en pisar las capitales de Rusia y China: Moscú y Pekín.

"Sí, quién sabe, pero hay muchos matices", ha precisado Tauran este martes durante un encuentro con periodistas en Madrid donde ha participado en una jornada dirigida a sacerdotes y organizada por el Ateneo de Teología y el Foro Sacerdotal, en la que ha hablado sobre 'La misericordia en la predicación del Papa Francisco'.

Por otro lado, preguntado por el papel del diálogo interreligioso en la lucha contra el terrorismo yihadista, Tauran ha asegurado que las religiones "no son el peligro" sino "los adeptos que no se comportan bien" y ha apelado a la responsabilidad de los líderes religiosos del Islam, a los que ha pedido "que denuncien más las barbaridades del ISIS".

"El terrorismo mina el diálogo pero tenemos que perseverar porque no hay otra solución" ha subrayado, al tiempo que ha puesto de relieve el progreso en los contactos con el Islam chiíta con el que están manteniendo relaciones "muy prometedoras".

También ha destacado la reunión que mantuvo este lunes el Papa Francisco con el imám de la Universidad de Al-Azhar, Ahmed Al-Tayed, máxima autoridad del islam sunita en el mundo, y ha indicado que el encuentro se desarrolló en un clima " muy cordial" y que fue "más allá de lo esperado" porque se demostró el interés del imam de reabrir un diálogo.

Las relaciones de Al-Azhar y la Santa Sede fueron interrumpidas en enero de 2011 tras el discurso del Papa Benedicto XVI en Ratisbona, cuando citó un atentado contra los coptos de Alejandría y señaló la "urgente necesidad para los gobiernos de la región de adoptar, a pesar de las dificultades y amenazas, medidas eficaces para la protección de las minorías religiosas". Estas palabras fueron interpretadas en El Cairo como una injerencia política. 

"Hemos tenido razón al perseverar (en el intento de recuperar esta comunicación). Ahora podemos pasar del diálogo a la acción común", ha precisado Tauran.

Por otra parte, sobre las familias de refugiados que Francisco trajo en su avión cuando regresaba de su visita a Lesbos (Grecia), todas ellas musulmanas, Tauran ha explicado que "se echó a suertes" entre diez familias y ha contado que el Papa se quedó "muy impresionado" con la historia de un hombre musulmán a cuya mujer, cristiana, degollaron delante de sus hijos por no querer convertirse al Islam.

En todo caso, Tauran ha puntualizado que "eso no es el Islam" y que la religión es "parte de la solución" a estos extremismos. También ha subrayado que la clave está en la escuela y la Universidad "porque la mayor parte del problema es la ignorancia" y muchos de los extremistas "ni han abierto el Corán".

Tres años después de anunciar el nombre del nuevo Papa al mundo entero, el cardenal Tauran asegura que tiene una relación "especial" con Bergoglio y recuerda aquel 13 de marzo de 2013: "Me dirigía a anunciar su nombre a la Plaza de San Pedro y pensaba '¿cómo reaccionará la gente?' porque ya había causado sorpresa entre los cardenales".

El camarlengo define al Papa como un hombre "sencillo, muy inteligente, con una memoria fantástica y dueño de sí mismo". De estos tres años, se queda con la peregrinación a Tierra Santa, que dio como fruto el viaje de Simon Peres y Mahmud Abbas al Vaticano, y con el encuentro con el Patriarca de Moscú y de toda Rusia en el aeropuerto de La Habana (Cuba) el pasado mes de febrero. En este sentido, ha recordado dos deseos del Papa Juan Pablo II que no pudo realizar y que quizá Francisco sí lleve a cabo: viajar a Moscú y a Pekín.

Sobre Benedicto XVI, Tauran ha señalado que le visitó hace diez días y que aunque tiene la mente "perfecta", le flaquean las fuerzas físicas lo que le obliga a caminar ayudado de un andador y le impide ya tocar el piano, una de sus mayores aficiones. También ha destacado que el Papa emérito recibe muchas cartas y que es "conmovedor" ver a los dos Papas juntos en el Vaticano.

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