“La Argentina fue el país que tuvo la iniciativa de unir el 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación de la Virgen María, a la celebración del Día del Niño por Nacer, según decreto presidencial en 1998” dice Olga Muñoz, presidenta de Fampaz -Familias Unidas por la Paz- y una de las mujeres que organiza el Rosario por la Vida hace 12 años. El Rosario por la Vida es “un acto de amor, por las mamás solas o acompañadas y por la vida de los niños por nacer, extensible a todas las etapas de la vida del ser humano” agrega.

La Misa y Rosario por la Vida, que se reza desde 2004 con la intención de poner bajo la protección de la Virgen María toda vida humana, estuvo acompañada desde sus inicios por el cardenal Jorge Mario Bergoglio quien a partir de 2011 presidió la Misa y el Rosario por la Vida en la Catedral de Buenos Aires.

Continuando con el gesto de su antecesor, el cardenal Poli presidirá el próximo sábado 25 de marzo a las 18 hs la Misa y Rosario por la Vida en la Catedral Metropolitana en el marco del Día del Niño por Nacer, cuya celebración es ese mismo 25 de marzo.

Olga Muñoz recordó que en “la familia humana, sin distinción de credos ni culturas, es donde el hombre nace, crece, aprende a ser buena persona, y a cuidar de su entorno, de la Creación, como nos pide el papa Francisco” y recordó que “en la familia aprendemos a amar y respetar a los más débiles, indefensos, recién nacidos y enfermos con toda naturalidad”,  y se preguntó: “¿Si condenamos a los que no se pueden defender, los niños por nacer, que sociedad estamos creando?”.