Card. Poli: “El Sínodo tiene una sola dirección: de la Eucaristía a la periferia”

Card. Poli: “El Sínodo tiene una sola dirección: de la Eucaristía a la periferia”

Al presidir la misa del Corpus Christi en la catedral metropolitana, el arzobispo de Buenos Aires y primado argentino, cardenal Mario Poli, afirmó que el camino del Sínodo tiene una sola dirección “de la Eucaristía a la periferia”

 Precisó que en este camino sinodal hasta 2020 los católicos porteños quieren “volver la mirada al Señor Jesús que anda por las calles de nuestra ciudad” y desean “imitar su voto compasivo sobre toda realidad humana, sabiendo que los que viven y transitan en ella son los destinatarios de la Buena Noticia que tenemos que anunciar”.

El arzobispo de Buenos Aires y primado argentino, cardenal Mario Poli, afirmó hoy que el camino del Sínodo tiene una sola dirección “de la Eucaristía a la periferia” y exhortó a ser compasivos con toda miseria humana, al presidir la misa del Corpus Christi en la catedral metropolitana. 

La expresión pública de fe llevó por lema "Pan vivo para el camino" y se enmarcó en el Sínodo Arquidiocesano que la jurisdicción eclesiástica de Buenos Aires inició en Pentecostés y se extenderá hasta 2020, para renovar la tarea evangelizadora y “encontrarse con los más alejados”. 

“Sínodo significa hacer juntos el camino, pero un camino todos juntos, no solamente un día, unas horas, sino durante todo este tiempo. Queremos volver la mirada al Señor Jesús que anda por las calles de nuestra ciudad. Deseamos imitar su voto compasivo sobre toda realidad humana, sabiendo que los que viven y transitan en ella son los destinatarios de la Buena Noticia que tenemos que anunciar”, subrayó. 

“No hay camino posible para el Sínodo fuera del cuerpo místico de Cristo. El camino de nuestro Sínodo tiene una sola dirección: de la Eucaristía, que estamos celebrando, a las periferias, como nos enseña el papa Francisco, para encontrarse con los más alejados, sólo así podremos considerarnos una Iglesia en salida, como a él le gusta”, agregó. 

El purpurado porteño aseguró que “Cristo de compañero de camino, nos ayudará a escuchar y disponer el corazón para escuchar lo que el Espíritu quiere decir a la Iglesia de Buenos Aires”. 

“El cuerpo de Cristo nos invita a recorrer el camino de la misericordia que nos hace encontrar a tantos hermanos y hermanas que nos tiende las manos esperando que alguien las aferre y poder así caminar juntos”, aseveró. 

“En la tierra bendita del pan hoy más que nunca, deseamos que no falte en la mesa de las familias pobres, y para que así sucede nos comprometemos, como rezamos en la Oración del Sínodo: ‘queremos ser misioneros misericordiosos, aprender a detenernos y ser compasivos con toda miseria humana’”, puntualizó. 

El cardenal Poli formuló luego dos “preguntitas” a los porteños, ante el largo camino del Sínodo que termina en 2020. “Se comprometen a rezar la Oración del Sínodo”, preguntó, y ante la leve respuesta dijo “flojo todavía” y repitió: “Se comprometen a rezar la oración del Sínodo”. E hizo la segunda pregunta: “Se comprometen a cumplir lo que rezamos”. 

“Que el Sínodo sea bendición, motivo de alegría y esperanza para todos ustedes”, concluyó. 

El cardenal Poli expuso luego la custodia con el Santísimo Sacramento sobre el altar, para la adoración de los fieles, y renovó la consagración de la ciudad y de la arquidiócesis a Nuestra Señora de Luján. 

El arzobispo impartió la bendición con la sagrada forma a los fieles dentro y fuera del templo, agradeció la presencia del secretario de Culto, Santiago de Estrada, quien “siempre participa del Corpus”, explicó que el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig no pudo estar por un fuerte resfrío y saludó a los padres en víspera de su día. 

Marcha juvenil y compromiso 

La celebración del Corpus comenzó por la mañana con una marcha juvenil desde distintos puntos de la ciudad que confluyó en la plaza Miserere, en el barrio porteño de Once, y desde allí siguió hasta la catedral porteña. 

Los jóvenes dedicaron la marcha a reflexionar sobre “el flagelo de la trata de personas y otras realidades de desesperanza” y realizaron tres gestos para plantear la propuesta de la Iglesia de construir una patria profundamente fraterna, cercana y compasiva con el otro”. 

Los jóvenes hicieron una "misión digital" en Plaza Miserere, donde se fotografiarán con marcos alusivos para compartir en las redes sociales, un momento de silencio por “quienes no tienen voz” en la intersección de las avenidas Rivadavia y Entre Ríos, y encendieron velas ennRivadavía y Solís, "para pedir que el Resucitado ilumine las realidades más oscuras de nuestra ciudad". 

Al llegar a la esquina de Rivadavia y Piedras, los recibió el cardenal Poli y les dirigió un mensaje, enfocado en la importancia de caminar juntos y del Sínodo Arquidiocesano. 

El purpurado invitó a los jóvenes a participar del Sínodo porteño y explicó: “Es ir juntos toda la diócesis de Buenos Aires para escuchar a los que están más alejados, qué quieren de su Iglesia, que preguntemos aquellas cosas que no van a sonar bien”. 

“Esta es una Iglesia que escucha, eso es Sínodo, es una Iglesia mejor preparada para la misión, para la evangelización”, finalizó.

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