La capilla del Hospital de Niños, con nuevo vitral

La capilla del Hospital de Niños, con nuevo vitral

El segundo vitral de la programada serie de tres obras quedó inaugurado ayer en la capilla del hospital pediátrico Sor María Ludovica. Se trata de una representación del versículo de Mateo, “Dejen que los niños vengan a mí”, donde el artista plástico que realizó el trabajo buscó, como en su pieza anterior descubierta meses atrás, que los chicos se vean reflejados, de alguna manera, en esas imágenes vinculadas a la infancia.

Profesor de Bellas Artes, especializado en pintura y en particular en el arte vitral, Martín La Spina sumó técnica y experiencia en el Centro del Vidrio de Barcelona. El es quien plasmó, por encargo de las Hijas de la Misericordia, las hermanas que cumplen su misión religiosa y caritativa en el Hospital de Niños Sor María Ludovica, los dos trabajos que ya se exhiben en la capilla, y será también ese artista el que creará el último, que será inaugurado el año que viene.

La serie se compone de “La Natividad”, “Dejen que los niños vengan a mí” (los dos pueden verse ya en el interior del pequeño templo) y se completará con “Ludovica y los niños”.

“Todas son escenas con niños -explicó La Spina-, porque son obras acordes con el espacio en el que presentan”. En los dos primeros vitrales (y a eso también apuntará el autor con el tercero y último del proyecto) no sólo muestran un mundo vívido en colores, bien típico del lenguaje infantil, sino que además se intenta transformar el ambiente a partir de la luz que se refleja en el trabajo a partir del vidrio. “El espacio se ve transformado por la atmósfera cromática. Ocurre que es una capilla histórica y la idea es que se vuelva un lugar más alegre, con imágenes coloridas, más adaptado todo a las necesidades propias de ese espacio”, subrayó el artista.

La Spina desarrolla la técnica más tradicional, la del vitral emplomado. Ese estilo de ornamentación ensambla piezas de vidrio con plomo soldado con estaño. Se pinta la superficie y se hornea para fijar el trabajo. Justamente ese proceso con calor hace que se fijen los diseños y duren, como ocurre en tantas iglesias del mundo, siglos y siglos.

Todo el proyecto apunta a otorgarle una estética mas luminosa y alegre a la capilla, pues, como se dijo, está pensado para que los pequeños pacientes que se atienden en el establecimiento asistencial entiendan la temática y encuentren un lugar donde el juego de luces de los vidrios cree un ambiente con cierta magia.

En esta nueva inauguración estuvieron presentes, además de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, médicos, autoridades, trabajadores de la salud, voluntarias, vecinos, familiares de niños internados y pacientes que pudieron salir de las salas para asistir al acto de descubrimiento del vitral.

Durante la ceremonia, se remarcó la importancia de darle otra connotación a ese espacio religioso, para que tanto los pequeños pacientes como sus familiares puedan acercarse en un momento difícil y sentirse más contenidos en el marco de esa ambientación luminosa.

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