Capilla, colegio, club: las 3 C del Padre Pepe para alejar a los chicos del consumo y la violencia

“En los barrios donde hemos creado esas tres cosas, sabemos cuánto se lo valora. Tenemos resultados muy buenos”, dijo el sacerdote a Infobae, tras una semana pródiga en noticias juveniles trágicas.

"Son tres ámbitos donde los chicos pueden desarrollar articuladamente sus capacidades espirituales, intelectuales y deportivas y de esa forma ocupar bien el tiempo, crecer, crear y participar de una vida comunitaria fuerte, generando lazos", explica.

En José León Suárez, donde está instalado desde su regreso de Santiago del Estero en 2013, José María Di Paola, más conocido como el Padre Pepe, ya puso en marcha esa estrategia. En realidad, esa ha sido siempre su práctica pastoral, desde los tiempos en que integraba el equipo de curas villeros que tenía en Jorge Bergoglio, por entonces auxiliar del arzobispo Antonio Quarracino, a su referente y promotor.

En lo que hace a las villas, Di Paola prefiere hablar de "integración urbana" antes que de urbanización, porque "integración urbana implica reconocer los valores que tiene la misma cultura de los barrios".

"Un barrio –explica- se hace barrio no solamente con calles mejoradas o con buenos edificios, sino en la medida en que tenga instituciones. Sino, sigue siendo el mismo pero con cosmética. Es importante que haya un buen colegio, una buena capilla, un buen club, para que esos chicos tengan un pronóstico de vida diferente".

Recuerda que el papa Francisco, al hablar a los movimientos sociales, sintetizó su lucha en las 3 T, Tierra, Techo y Trabajo: "De hecho en las villas nos hemos alineado en esas 3 T, como eje orientador de nuestra misión pastoral".

"Ahora, a esas 3 T, tierra, trabajo y techo, que pueden subsumirse en una gran C, que es la Casa, hay que complementarlas con otras que desarrollen las capacidades que los chicos tienen en los barrios más pobres, barrios marginados por la sociedad y por el Estado; por eso apostamos a las 3 C que planteé: la capilla, el club y el colegio".

"Si están esas cosas, esas tres C, seguramente las convocatorias serán diferentes a la de Moreno –agrega, en referencia a la fiesta juvenil que terminó en violencia y muerte-. No me extraña la ausencia de estas instituciones fuertes en los barrios. Es una especie de desprotección…"

La C de colegio se ha concretado en La Cárcova a través de una creación del Padre Pepe que es una escuela de oficios, el Centro de Formación Profesional Nº 408, San Romero de América, llamado así en honor al arzobispo mártir de El Salvador, Oscar Arnulfo Romero, recientemente canonizado.

"Es una escuela de artes y oficios –explica-; hemos empezado con gastronomía y electricidad, también algunos talleres de periodismo y de teatro, y una escuela de arbitraje de fútbol. Le vamos agregando de a poquito cosas: ahora hicimos un convenio con la UOCRA para poner cursos de formación de construcción y también de soldadura".

El Centro está destinado a jóvenes y adultos que pueden así formarse en un oficio. Es una actividad paralela y complementaria a otras de educación no formal destinadas a los más chicos, como el apoyo escolar.

La C de club está dada por el centro deportivo, pero ha sido una constante –y algo en lo que el papa Bergoglio pone mucho el acento- la integración a través del deporte. Una vieja tradición de los sacerdotes y una orientación que mantienen los curas en las villas de capital y del conurbano, señala.

El Padre Pepe está convencido del valor de sus tres C: "Tenemos resultados muy buenos en los lugares donde desde hace tiempo se practica esta propuesta. En los barrios donde hemos creado colegio, capilla y club, sabemos que eso se valora. Los pibes que desde chicos concurren a estos ámbitos de conocimiento, de crecimiento, de transmisión de valores y de aprendizaje, tienen otras chances. La organización de la vida a través de esto hace que haya una respuesta propositiva en la vida de los chicos, que les abre caminos alternativos al de una sociedad que sólo les ofrece consumo, delito o violencia".

"El priorizar estas C permite complementar con la casa, y construir un hábitat diferente positivo para la vida de los chicos", agrega.

Lo que empezó en la Villa La Cárcova, el Padre Pepe lo quiere extender ahora a la Villa Curitá, el otro barrio de José León Suárez que pastorea.

¿Necesitan ayuda? Sí, sin duda. Artículos deportivos, alimentos para el comedor –donde dan merienda y almuerzos-, útiles para las tareas de apoyo escolar. Libros por el momento no, porque todavía no tienen biblioteca, pero sí cuadernos, lápices y demás elementos para clases.

"Son importantes las instituciones. Hay que seguir fortaleciéndolas. En el caso nuestro, como iglesia, fortalecer la presencia en los barrios. Y nosotros, que vivimos dentro del barrio, desarrollar desde allí con los vecinos como lo estamos haciendo, el trabajo de la iglesia, para ir creciendo y compartir el día a día con ellos", agrega Di Paola como reflexión final.

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