Bergoglio, Malvinas y el acampe

Bergoglio, Malvinas y el acampe

Cada 2 de abril es un nuevo aniversario del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Entre distintos homenajes en todo el país, el campamento TOAS de Plaza de Mayo realizará una vigilia a partir de las 20 del sábado 1. 

"Se nos usurparon títulos y honores como dijera el Papa Francisco, quien siempre veló por nosotros. No queremos un nuevo 2 de abril sin identidad. Confiamos en la gestión que impulsa el gobierno del presidente Macri para resolver nuestra  problemática luego de 35 años" dice Tulio Fraboschi, vocero del acampe de aquellos jóvenes que fueron movilizados y desplegados cumpliendo órdenes de guerra y que desde hace 9 años llevan adelante su reclamo, al tiempo que recuerda que “fuimos participes directos del conflicto afectados a la defensa de bases aéreas militares desde donde la aviación argentina ataco a la flota británica siguiendo órdenes de defensa al igual que en Malvinas”.

Esa usurpación de títulos y honores es lo que Bergoglio diagnosticó como la “Deuda social” en la que todos debemos sentirnos corresponsables y que es la deuda con los sobrevivientes. “Cuando la guerra… concluye, comienza el enfrentamiento con la vida de todos los días con las heridas y secuelas que quedan. Estas tienen un valor: de reconocimiento al coraje y de resarcimiento económico” diagnosticaba en el 2008 el ex arzobispo porteño en un mensaje a todos los que de una u otra manera tuvieron participación en el conflicto.

Pasaron 9 años de aquellas palabras con las que recordaba la guerra “que le costó la vida a centenares de jóvenes” y que cada año “vuelven a revivirse en cada rincón de la patria, en el corazón de cada madre, de cada hermano, cada novia, cada amigo de aquellos que fueron protagonistas de ese acontecimiento” y la deuda con los sobrevivientes sigue impaga. Sigue siendo deuda. “Los 9 años de acampe son demasiado para ni siquiera tener los honores de la ley 23118 que ya entregó el Congreso a nuestros compañeros de las  bases patagónicas (Trelew, Comodoro Rivadavia, San Julián, Río Gallegos y Río Grande) de Fuerza Aérea. Este riesgo de combate es el que definió en todo el teatro de guerra la condición de excombatiente” reclama con un dejo de resignación Tulio junto a sus compañeros, quienes estuvieron afectados a la defensa de las bases aéreas militares patagónicas desde donde se atacó a la flota británica

Desde su despacho ubicado en el segundo piso de la Curia porteña que le permitía una privilegiada panorámica de la Plaza de Mayo, Bergoglio seguía con preocupación el día a día del campamento TOAS Plaza de Mayo. “Los muchachos del acampe” recuerdan cuando “Jorge” intercedió por ellos ante altos funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner para que fueran reconocidos como Veteranos de Guerra los 400 ex conscriptos olvidados que participaron del conflicto (17 de esos conscriptos integran la nómina de 649 bajas, reconocidas por la Ley 24.950). Gracias a Bergoglio, las Fuerzas Armadas los reconocieren como combatientes aunque aún nos les han entregado los certificados de veteranía de guerra según exige el Decreto 509/88. Hoy anhelan un nuevo gesto de Francisco que permita saldar la deuda social y así levantar el acampe.

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