“Ayúdanos a ser hermanos”, piden los niños de Argentina a la Virgen María [FOTOS]

“Ayúdanos a ser hermanos”, piden los niños de Argentina a la Virgen María [FOTOS]

Ni la lluvia y ni las bajas temperaturas impidieron que una multitud de niños de Buenos Aires (Argentina) se reunieran en la Peregrinación Mariana Infantil que este año tuvo por lema “Madre, ayúdanos a ser hermanos”.

 

Si bien por el frío los niños no salieron a las calles, sí participaron en las actividades que se realizaron con entusiasmo en las vicarías de Flores, Devoto, Centro y Belgrano el sábado 20 de octubre, en el marco del Día de la Madre.

 

Asimismo, como gesto solidario, se realizó la campaña “La ternura sana el corazón”, que recolectó 23.704 pañales para los hospitales de Buenos Aires.

El Obispo Auxiliar de Buenos Aires y quien encabeza la Vicaría de Flores, Mons. Ernesto Giobando, celebró la Misa en la Basílica San José junto a más de 20 sacerdotes y una multitud de niños.

En su homilía, el obispo explicó a los niños que “hoy íbamos a tener la peregrinación, la estamos teniendo, aunque no salgamos después a caminar por el mal tiempo, estamos peregrinando con el corazón”.

Al mirar a los catequistas, padres y sacerdotes, Mons. Giobando dijo a los pequeños que los adultos tienen el deber de cuidarlos, porque “cuando la gente grande abandona a los niños se producen todas las cosas feas y horribles que hemos visto en este último tiempo”.

“Si algo tenemos que tener los grandes, queridos chicos, es un profundo respeto y cuidado a su niñez. Siéntanse cuidados por los adultos. Porque nosotros les debemos a ustedes todo”, expresó.

Respecto al lema de este año, Mons. Giobando señaló que antes de morir en la Cruz, Jesús le dijo a su madre: “‘Mamá, acá están tus hijos’. Y le dijo a Juan: ‘Acá está tu madre’. Y desde ese día, todos pasamos a ser hijos de María y hermanos en Jesús”.

“No se olviden, chicos: todos somos hermanos”, instó.

Finalmente, el obispo pidió a la Virgen María “por el corazón de estos niños, para que aprendan a ser hermanos. Y le pido a San José que los cuide de todo peligro, de toda tentación”.

“Que estos niños puedan ser siempre niños con un corazón puro, inmaculado, como fue el corazón de Jesús”, concluyó Mons. Giobando.

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