Aseguran que la Argentina "es un país libre de tráfico de órganos"

Aseguran que la Argentina

Coincidieron la presidenta del Incucai y el jefe de Cirugía de la Favaloro. Además, señalaron que "no hay turismo de trasplante por un marco legal muy firme, con principios bioéticos y un sistema transparente”. Pero deben haber más donantes.

Expertos argentinos en trasplantes aseguraron este martes en un congreso promovido por el papa Francisco en el Vaticano, que Argentina "es un país libre de tráfico de órganos" y donde "no hay ningún riesgo del denominado turismo de trasplantes" gracias a "un marco legal muy firme", aunque consideraron que se necesita "aumentar la cantidad de donantes" en Argentina.

"Es muy importante para Argentina como país líder en Latinoamérica poder compartir sus experiencias porque la región tiene asimetrías desde el punto de vista del sistema sanitario, y las dificultades socio-culturales llevan a que sea una región vulnerable y que no siempre se respeten los derechos de los individuos", dijo a Télam la presidente del Incucai, María del Carmen Bacqué, quien participa del encuentro.

"Argentina ha tenido como privilegio un marco legal muy firme, con principios bioéticos muy determinados desde el comienzo y el Incucai ha permitido llevar el control y la transparencia al sistema", aseveró. Bacqué aseguró que "no hay ningún riesgo de que Argentina sea receptor del denominado turismo de trasplantes".

El congreso "Tráfico de órganos y turismo de trasplantes", del que participan expertos de más de 20 países, delibera hasta este miércoles en la Pontificia Academia de Ciencias en el Vaticano.

A su vez, el jefe de Cirugía General de la Fundación Favaloro, Gabriel Gondolesi, declaró a Télam que Argentina "es uno de los países de Latinoamérica con mayor grado de desarrollo en lo que se refiere a la posibilidad de trasplantar todo tipo de órganos, no solo porque está técnicamente desarrollado sino porque fue pionero en el desarrollo de leyes que protegen a sus ciudadanos del tráfico de órganos y el turismo de trasplantes".

"Argentina ha estado libre del tráfico de órganos desde el comienzo de la actividad de trasplantes en el país desde la década de 1950", sentenció Gondolesi luego de exponer sobre las estadísticas nacionales. "No es el caso de Argentina", aseguró el experto acerca de versiones sobre camionetas que roban órganos en la calle o leyendas urbanas sobre personas que despiertan en una bañadera sin un riñón, una de las cuestiones abordadas durante el congreso.

Gondolesi consideró que "hay países en los que se ha podido demostrar la existencia de esos mitos" y se lamentó de que en Argentina se ha "sufrido el impacto de lo que algunos llaman prensa amarilla o datos que no están claramente demostrados y lo peor es que esto impacta negativamente tanto en la donación como en el trasplante".

"La cooperación internacional es algo en lo que se debe trabajar. No todos los países de América Latina tienen las mismas leyes y ese es un camino que hay que seguir para que haya equidad legislativa", afirmó el especialista.

Bacqué destacó que "el desafío sigue siendo mantener esta transparencia, pero aumentar el número de donantes" de órganos "que son un bien escaso".

La primera jornada del congreso se centró en la relación entre tráfico de órganos y turismo de trasplantes, una realidad que el Vaticano definió como "un drama" y que el Pontífice pidió estudiar "como una de las nuevas formas de esclavitud".

El canciller de la Academia, el monseñor argentino Marcelo Sánchez Sorondo, aseguró que el tráfico de órganos "es particular porque no son sólo delincuentes comunes que actúan, sino que puede haber personal médico involucrado".

Participa del encuentro el ex viceministro de Salud de Chiha Huang Jiefu, que en diálogo con Télam y otros medios aseguró que "desde el 1 de enero del 2015, la donación de órganos por parte de civiles que lo hacen de manera voluntaria se ha convertido en la única fuente legítima de trasplante de órganos" en ese país. "El tráfico de órganos está prohibido en todas las circunstancias. Hay una tolerancia cero, aunque como China es un país tan grande, con una población de 1.300 millones de personas, es posible que haya violaciones a la ley. Si las hubiera, serán severamente reprimidas", agregó el experto, actual encargado del Comité Nacional para la Donación de Órganos y Trasplantes, con sede en Beijing.

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